Los Presupuestos de Pedro Sánchez están bien, en líneas generales, pero “verdes” en la letra pequeña de varias partidas que el Ejecutivo había acordado con Podemos para obtener su apoyo a las cuentas de 2019. El equipo negociador de la formación morada, liderado por Pablo Echenique, salió ayer de la reunión con la titular de Hacienda sin garantías para limitar los precios del alquiler, establecer cambios en la factura de la luz y la regulación del mercado eléctrico o las reformas de la regulación laboral.

“Nos sorprende que estos presupuestos acudan al Congreso sin haber garantizado el cumplimiento de una buena parte del acuerdo”, explica en Capital Radio, Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos y Profesor de Estructura Económica en la Universidad Autónoma de Madrid.



En un contexto de desaceleración económica global se acumulan los nubarrones en el frente, liderados por la política comercial de Estados Unidos, el fin del QE del Banco Central Europeo y los vaivenes de los precios del petróleo. “En este panorama pensamos que unos presupuestos que pongan fin a la austeridad podrían ser un punto de apoyo que revierta la desaceleración, haciendo de la política fiscal un punto de apoyo”, apunta Álvarez.

El secretario de Economía de Podemos califica de “insólito” que, a pesar de tener luz verde de Bruselas para elevar la senda de gasto, las cuentas de 2019 tengan que ir finalmente con el déficit del anterior gobierno. “En ejercicios anteriores Montoro se desvió de la senda marcada por Bruselas. El Gobierno no puede ceder ante este chantaje. Estamos en camino de reducción del déficit pero podemos hacerlo de forma más paulatina mientras recuperamos partidas y derechos muy afectados en los últimos años”, añade.

Respecto al posible impacto de una de las medidas estrella del Gobierno, la subida del salario mínimo, Álvarez descarta que afecte a la creación de empleo y argumenta que puede ayudar a apoyar la demanda interna y el crecimiento económico. “El crecimiento de la productividad no ha llevado a un crecimiento de los salarios. Creemos que hay margen para que esta diferencia se vaya recortando poco a poco. Gran parte de los elementos de desafección política tiene que ver con una ciudadanía que ve como sus condiciones merman en un contexto de recuperación económica”, concluye.