Japón mejora sus expectativas para 2017
El índice de indicadores adelantados mide la salud de las economías globables mediante la combinación de 12 indicadores, como los pedidos de maquinaria y los precios de las acciones. Un valor inferior a 100 significa que la mayoría de los indicadores son negativos y si es superior, indica que serán positivos.
Hoy Japón ha colocado deuda a 30 años y lo ha hecho con un interés del 0,74%, una baja rentabilidad para un bono tan a largo plazo, pero que aumenta respecto a la última emisión, donde pagó un 0,6%.
También en Japón es protagonista Toshiba, que ha alcanzado un acuerdo con algunos de sus tenedores de deuda para ampliar los plazos de pago. Presentará un nuevo plan viable que evaluará la banca, y en caso de darle el visto nuevo, concederá un nuevo aumento en el crédito. Moodys y S&P Toshiba mantienen la calificación de bono basura para la compañía, a falta de presentar ese plan de viabilidad.
Por cierto que han mantenido un encuentro esta madrugada el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda. Asegura el gobernador del BoJ (por sus siglas en inglés) que no ha recibido instrucciones de cambiar la política monetaria y que el primer ministro no está preocupado con la política que pueda llevar a cabo Donald Trump en Estados unidos.
China, preocupada con los pasos de Donald Trump como presidente
En China, los indicadores cierran con tono mixto, con el Hang Seng anotándose en Hong Kong un 0,8% y la bolsa de Shanghai cayendo medio punto porcentual.
Desde China si están preocupados con la política que pueda llevar a cabo Donald Trump, y preparan una reunión de los equipos económicos de ambos países en el próximo foro de davos que comenzará el día 17. El presidente Xi Jinping se desplazará hasta Suiza para explicar los problemas de una política proteccionista.
El Banco Mundial rebaja el crecimiento de China, pero mejora el de la región
En 2017 se prevé una relajación del crecimiento en la región de Asia oriental y el Pacífico al 6,2 %, dada la moderación del crecimiento en China propiciada por el repunte del resto de la región. Se espera que la productividad en China disminuya este año al 6,5 %. Se prevé que las políticas macroeconómicas respalden los motores internos de crecimiento a pesar de la débil demanda externa, la escasa inversión privada y el exceso de capacidad en algunos sectores. Dejando de lado a China, en 2017 se observa un avance del crecimiento en la región a un ritmo más rápido, del 5 %. Ello es reflejo, en gran medida, de una recuperación del crecimiento entre los exportadores de productos básicos a su valor promedio de largo plazo. El crecimiento entre los importadores de productos básicos, al margen de China, se prevé que siga siendo estable en términos generales, con la excepción de Tailandia, donde se espera una aceleración del crecimiento con la ayuda de una confianza mayor y de mejores políticas de adaptación. Se espera que Indonesia repunte al 5,3 % en 2017 gracias al incremento de la inversión privada. En 2017 se prevé una aceleración de Malasia al 4,3 %, a medida que se suavice el ajuste a unos precios de productos básicos más bajos y se estabilicen los precios de esos productos.
