Signo mixto para los índices en Asia, con Tokio subiendo cerca de medio punto porcentual, el ASX australiano anotándose un 0,25%, y caídas en China tanto para la bolsa local, en Shanghái, como para el Hang Seng, su índice más internacional. El gigante asiático pendiente del encuentro que mantendrán hoy los presidentes de Estados Unidos y China, mientras trata de sofocar la euforia que ha provocado la creación de la nueva zona económica especial.

El vice primer ministro chino, Zhang Gaoli, ha dicho esta madrugada lo que todas las compañías inmobiliarias se temían, que los precios de la vivienda se van a controlar en Xiongxian, la nueva zona económica especial, por lo que seguramente se acabará de raíz la especulación que había surgido en los últimos días. Es una buena noticia, eso sí, para los miles de ciudadanos chinos que desde hace días ocupan hoteles, hostales y demás establecimientos similares, y que buscan hacerse con una casa y comenzar una nueva vida al amparo de lo que esperan que sea un crecimiento económico en la región que dispare el PIB per cápita en la zona más de un 100%.

En clave empresarial, el gobierno japonés negocia con el de Estados Unidos la mejor forma de tratar la venta de Westinghouse. El negocio nuclear de Toshiba es un asunto de interés nacional, porque no quieren que la tecnología y los secretos que puedan tener caigan en manos chinas. La idea es que la compañía, en caso de que finalmente se venda para salvar a Toshiba, caiga en manos surcoreanas, por ser un aliado en políticas de defensa tanto de Japón como de Estados Unidos, donde está situado precisamente el negocio nuclear de Westinghouse.

Corea del Sur también trae esta mañana tres protagonistas empresariales. Samsung ha presentado un avance de sus resultados del primer trimestre. Asegura que ganó 8.255 millones de euros entre enero y marzo, es decir, un 46,2% más en términos interanuales. Es el segundo mayor beneficio operativo trimestral desde 2013, y se debe a la mejora en las ventas de semiconductores.

Las automovilísiticas Hyundai y Kia caen en bolsa cerca de un punto porcentual tras anunciar que llaman a revisión a casi 200.000 vehículos en Estados Unidos y en Corea del Sur. Un problema en la instalación del motor podría hacer comenzaran a fallar, y las compañías han decidido poner la venda antes de que se produzca la catástrofe. Noticia que arrastra a Hyundai hasta sus mínimos del año en la bolsa de Seúl.