La rentabilidad del bono de referencia español a 10 años ha tocado este viernes un nuevo mínimo al bajar del 0,5%. Ha tocado un mínimo del 0,48%. Acumula además su octava semana consecutiva y se dirige a su mayor racha bajista en casi 25 años. A finales de 2018, el tipo rondaba el 1,4%. Estos nuevos récords en los bonos, permiten que la prima de riesgo española baje hasta los 76 puntos básicos.

Los analistas consideran que detrás de esta subida de los precios de los bonos y la bajada de las rentabilidades está la debilidad de los datos macroeconómicos, entre ellos los chinos, y la incertidumbre en Oriente Próximo tras los ataques contra dos petroleros.

El crecimiento de la producción industrial de China se desaceleró inesperadamente en mayo hasta su nivel más bajo en más de 17 años. La inversión también se ha enfriado, lo que supone una nueva señal de que se debilita la demanda en la segunda economía más grande del mundo, a medida que Estados Unidos aumenta la presión comercial.

Los datos son la última señal de debilidad en la economía mundial, lo que aumenta la presión sobre los bancos centrales para que tomen medidas. El Banco Nacional Suizo dijo el jueves que podría relajar aún más su política monetaria ultralaxa. De hecho, el horizonte de nuevas bajadas de tipos de interés por parte de los bancos centrales también contribuye a este movimiento.

Los ataques a dos petroleros en el Golfo de Omán el jueves, que elevaron los precios del petróleo y suscitaron preocupación por una nueva confrontación entre Estados Unidos e Irán, también han contribuido a reforzar la demanda de activos refugio.

La rentabilidad de los bonos alemanes de referencia a 10 años cayó más de 2 puntos básicos, hasta el -0,267%, un mínimo histórico.

También baja la rentabilidad de los activos portugueses con un bono a 10 años en el 0,6%.