A la compañía de viajes más antigua del mundo, Thomas Cook, no le sienta bien el calor. El año pasado advirtió de que sus cuentas se habían visto afectadas por la ola de calor en el norte de Europa que disuadió a los turistas de viajar fuera de sus países buscando el buen tiempo de otros países como España. Un argumento que vuelve a repetir en esta ocasión y además añade otras, como la incertidumbre política y económica. Señala que el brexit está generando dudas en los consumidores británicos, que está aumentando la presión competitiva y tienen que gastar más en actividades de promoción. Cita también los mayores costes de combustible y de los hoteles.

La empresa ha presentado unas pérdidas operativas de 245 millones de libras (315 millones de dólares) en los último seis meses hasta el 31 de marzo en comparación con los números rojos de 65 millones del mismo periodo de un año antes debido a la caída de las reservas y los viajes organizados y el estrechamiento de márgenes en el turismo hacia España.

En febrero, Thomas Cook anunció que ponía a la venta su negocio rentable de aerolíneas para reducir deuda. El traspaso de esta filial podría permitir al grupo ingresar unos 600 millones de libras. Su consejero delegado Peter Fankhauser, ha señalado que ha recibido varias ofertas por la aerolínea Group Airline que incluye la alemana Condor y sus divisiones británica, escandinava y española. Lufthansa quiere comprar Condor con la opción de adquirir el resto de las aerolíneas, mientras que Virgin Atlantic también está supuestamente interesada en la parte de larga distancia del negocio con sede en el Reino Unido. Una operación clave porque la deuda neta de Thomas Cooke ha subido un 40% y advierte de que sólo conseguirá un préstamo de rescate de 300 millones de libras (385 millones de dólares) si logra avances en la venta de su aerolínea.

Thomas Cook también ha anunciado una provisión de 1.100 millones de libras en relación con una fusión en 2007 con MyTravel.

Sus acciones han comenzado con caídas de más de un 20% y han tocado su nivel más bajo desde noviembre de 2012. Los títulos de su rival TUI también se negocian con recortes afectados por esta nueva advertencia.