La historia de Abengoa es digna de un culebrón. Los últimos acontecimientos pasan por la rebaja de rating de Moody´s sobre la compañía andaluza a "CA" con perspectiva negativa. Además dice que "un impago es altamente probable y las posibilidades de evitarlo disminuyen cuanto más se alargen las negociaciones en el proceso de preconcurso. La agencia entiende que Abengoa está llevando a cabo una reestructuración de su deuda y por eso ha provocado que incumpla ciertos compromisos.

La noticia llega justo en el momento en que José Domínguez Abascal ha sido destituído como presidente, precisamente es la persona de confianza del anterior presidente Felipe Benjumea.

Según Abengoa, el motivo ha sido facilitar un acuerdo de reestructuración con la banca y potenciar la independencia de la compañía en preconcurso de acreedores. Por tanto la banca, el núcleo negociador, quiere desvincular a Benjumea (principal accionista ) y a las personas de su confianza para cerrar un acuerdo para evitar el concurso de acreedores.

Como presidente ejecutivo, ha sido nombrado Antonio Fornieles, hasta ahora vicepresidente y consejero coordinador. El anuncio lo hemos conocido hace unas horas y por la noche, pero no es la primera vez que Abengoa comunica noticias relevantes a estas horas. Del mismo la compañía presentaba los resultados de 2015 para decir que había registrado unas pérdidas récord de 1.213 millones de euros y con una deuda de casi 9.000 millones.

A mediados de febrero, Abengoa presentaba su plan de viabilidad, según el cual considera que la nueva compañía valdría aproximadamente siete veces más que si la compañía es finalmente liquidada. La compañía cifra unas necesidades de liquidez de 826 millones de euros para este año y de 304 millones de euros para 2017. En juego están los 25.000 trabajadores en todo el mundo y 6.000 en España, de momento no se les puede pagar la nómina de febrero.

En la información remitida, la compañía destaca que los Administradores confían en poder alcanzar un acuerdo final con los acreedores. Es un momento crucial para Abengoa, que tiene que llegar a un acuerdo con sus acreedores antes del 28 de marzo para evitar la que sería la mayor quiebra de la historia de España.