La compañía alemana de pagos alemana Wirecard no ha resistido más y ha anuncido que inicia el procedimiento de insolvencia en un juzgado de Munich después de revelar un agujero financiero de 1.900 millones de euros en sus cuentas.

"El consejo de Wirecard ha decidido presentar una solicitud para abrir el procedimiento de insolvencia para Wirecard AG ante el tribunal competente del distrito de Múnich debido a su insolvencia inminente y sobreendeudamiento", ha informado la compañía.

Las acciones han sido suspendidos antes del anuncio en la Bolsa de Frankfurt cuando bajaban más de un 12%. Tras el anuncio han vuelto a cotizar y se desploman otro 75%.

Las dudas sobre la viabilidad de la empresa han ido incrementándose día a día desde que el auditor EY se negó a firmar las cuentas de 2019. Esto provocó la dimisión de su consejero delegado Markus Braun.

Braun dimitió el pasado viernes después de que la auditora EY se negara a firmar el balance de 2019 por las dudas sobre la existencia de haberes bancarios en cuentas fiduciarias en Asia por valor de 1.900 millones de euros, sobre los que no había comprobaciones suficientes. El CEO fue detenido y posteriormente puesto en libertad bajo fianza de 5 millones de euros.

Las dudas sobre sus cuentas se remontan a comienzos de 2019 cuando el diario Financial Times informó sobre posibles irregularidades contables en Asia y de blanqueo de dinero. El ex director de operaciones Jan Marsalek también está bajo sospecha y se cree que se encuentra en Filipinas.

La fintech se ha derrumbado dos años después de entrar en el prestigioso índice DAX, en sustitución de Commerzbank, donde ha llegado a tener una capitalización máxima de 28.000 millones de dólares que ha ido perdiendo en los últimos días. Se convierte en el primer miembro del selectivo alemán en colapsar.

Además analiza si también debe presentar esas mismas solicitudes de insolvencia para sus filiales.