El consejero delegado de Banco Popular, Pedro Larena, asume que la entidad presentará pérdidas al cierre del ejercicio en el entorno de 2.000 millones de euros pero ha señalado que cuenta con las provisiones necesarias para cubrir estos riesgos. El banco constituyó provisiones netas por importe de 1.021 millones de euros, destinando para ello la totalidad del beneficio del segundo y el tercer trimestre, para acelerar el ritmo de desinversiones de activos no productivos y potenciar las fortalezas del negocio principal.

Respecto al ERE pactado o plan de ajuste que afectará a de 2.600 personas, dice el CEO que la entidad ya ha realizado "todo el esfuerzo" que podría hacer a la hora de ajustar el plan de reestructuración de oficinas y empleados que lleva a cabo, y ha apuntado que las condiciones que han ofrecido a los trabajadores que se verán afectados son "razonables y generosas". El proceso de negociación con los sindicatos finalizará la semana que viene.

En otros asuntos, la entidad tiene previsto tener constituida la estructura de su entidad especialista en gestión inmobiliaria en el primer trimestre de 2017 y sacarla a Bolsa.

El beneficio baja un 66%

El beneficio neto baja un 66% hasta los 94 millones de euros tras destinarla totalidad del beneficio del segundo y del tercer trimestre a provisiones. Por ese motivo, el beneficio neto del tercer trimestre ha sido prácticamente cero. Han sido 416.000 euros, en medio del proceso de saneamiento de su balance.

Por segundo trimestre consecutivo y en el marco de la nueva etapa de renovación y reestructuración del negocio que el banco está llevando a cabo, Popular presenta sus resultados de forma separada; por un lado la gestión de la actividad principal y por otro la gestión del negocio inmobiliario y asociado. La actividad principal del banco ha obtenido 817 millones de euros hasta septiembre pero su negocio inmobiliario ha generado unas pérdidas de 723 millones.

El margen de intereses experimenta un descenso del 6,3% respecto a los nueve primeros meses de 2015, alcanzando los 1.580 millones de euros. Esta variación se debe al impacto por la eliminación de las cláusulas suelo y a la menor aportación de la cartera de renta fija.
Los ingresos procedentes de las empresas participadas y de las comisiones han alcanzado los 494 millones.

El margen bruto se sitúa en 2.348 millones, un 12,2% menos que en 2015.

Las medidas adoptadas continúan dando sus frutos, dice el banco, y hasta el mes de septiembre, Popular ha rebajado los gastos y amortizaciones un 1,9% respecto a los nueve primeros meses de 2015. Cabe destacar que tras el proceso de reestructuración que actualmente está realizando el banco, a partir de 2017, se producirán unos ahorros anuales de aproximadamente 175 millones de euros.