El fabricante alemán obtiene un beneficio neto de 3.365 millones de euros en el primer semestre de 2015, lo que supone un aumento del 1,2%. No obstante, el beneficio neto baja en el segundo trimestre un 1 %, hasta 1.749 millones de euros, frente a los mismos meses de 2014, por las dificultades en China, donde las tasas de crecimiento se reducen y aumenta la competencia.

La facturación sube un 17,6%  hasta 44.850 millones debido a la debilidad del euro. Además, BMW incrementa sus ventas un 7,8% en el primer semestre. El presidente de la compañía, Harald Krüger, asegura que son cifras récord en términos de volumen, venta, ingresos y beneficios. Se debe, en gran parte, a las ventas de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce entre abril y junio de 573.079 unidades, un 7,5 % más.

Sin embargo, las ventas en el segundo trimestre descienden un 0,2% debido a las elevadas inversiones y el aumento de costes de personal.