Las bolsas se mantienen como el activo con mayor potencial, con beneficios sostenidos y crecientes, ya que no existe temor a que se produzca un aterrizaje brusco en China, según las previsiones de los expertos de Banca March.

Con todo, la atención de los inversores continuará centrada en la economía china, ya que la mayor incertidumbre e inestabilidiad financiera incrementan el riesgo de un aterrizaje brusco de esta economía asiática, ha asegurado el director general de Estrategias de Mercado, Alejando Vidal. En su opinión, se producirá una "desaceleración suave" y "no un desplome brusco", dice.




La baja inflación va a hacer posible que se puedan introducir más medidas de estímulo y, frente al deterioro de los datos del sector manufacturero, los precios de la vivienda han frenado su desplome y las ventas minoristas ha crecido a un ritmo del 10%, muestra del dinamismo de la economía china.

La tendencia actual de las materias primas se mantendrá en el corto y medio plazo y "no hay catalizadores que indiquen que los precios vayan a subir".



Los principales bancos centrales europeos mantendrán su oferta de liquidez al sistema, principalmente en la eurozona, donde el BCE continuará con su programa de compra de deuda, "que incluso se podía ampliar si aumentaran los riegos a la baja para la inflación", ha afirmado Vidal.

Asimismo, el sólido crecimiento de EEUU permitirá a la Fed comenzar con una gradual normalización de los tipos oficiales antes de que termine el año, aunque las tensiones financieras podrían aplazar estas subidas más de lo previsto.

El dólar recuperará su fortaleza frente al euro, apoyado en el diferencial de tipos de interés, que se hará más negativa para la moneda única. Por su parte, el yen continuará deprimido frente al dólar, pero mantendrá su rango contra el euro en torno a los 135 y 140.

Las valoraciones en términos de PER están en niveles atractivos, ya que en Europa y EEUU han vuelto al promedio histórico y en emergentes se sitúan por debajo de la media.