Finalmente el mago Mario Draghi hacía magia y animaba el mercado europeo después de sacar su artillería. Pero su efecto ha sido limitado. La fiesta en las bolsas ha acabado antes de tiempo, pasada por agua. Y el rojo ha vuelto ha dominar los parqués al cierre. Minutos después de conocer sus nuevas medidas, el Ibex 35 avanzaba más de un 3% y recuperaba los 9.000 puntos; el CAC 40 parisino subía un 0,87% y el DAX un 0,91%. El Euro caía hasta el entorno del 1,08 frente al dólar, en los primeros minutos de comparecencia del banquero central europeo. Sin embargo, la divisa europea rebotaba posteriormente hasta situarse por encima de los 1,11 dólares.

Los índices europeos han hecho también un rápido recorrido de ida y vuelta, para acabar en negativo en las principales plazas. Las ganancias se han esfumado y han dado paso a un cierre en rojo para el DAX de Frankfurt, que ha cerrado la sesión con una caída del 2,3%. El FT 100 se dejaba el final de la sesión un 1.78%, el CAC 40 parisino un 1,70 y el Ibex acababa en positivo por los pelos, con un ligero avance del 0,07%, para situarse en los 8.766 puntos.

El italiano ha sorprendido a bolsas y analistas, que no esperaban las 6 medidas anunciadas a las 13:45 horas. No se ha guardado sorpresas para la rueda de prensa, como en otras ocasiones, pero si ha detallado los riesgos a los que se enfrentan la economía de la eurozona. Según sus cálculos, el nivel general de precios de la eurozona repuntará un leve 0,1% este año, un 1,3% en 2017 y el 1,6% en 2018. También rebaja su pronóstico de crecimiento del PIB, al 1,4% en 2016, el 1,7% en 2017 y el 1,8% en 2018. Se debe, explica, a la ralentización económica mundial, con crecimientos más débiles de lo esperado.

Igual que hiciera hace unos meses, Mario Draghi insiste en que para apoyar este QE es necesario que los 19 países que forman la eurozona continúen con sus ajustes fiscales y las reformas estructurales. Asegura que este nuevo paquete de medidas no es una "reacción a los bajos precios sino al cambio de las condiciones financieras", es la "reacción adecuada" a las perspectivas mundiales.

Cómo se articulará el nuevo programa de compra de bonos corporativos es otra de las preguntas que hay encima de la mesa. Los analistas coinciden en que es algo complejo pero abre un nuevo abanico de posibilidades en política monetaria. Lo que si ha confirmado Draghi ya es que estas compras comenzarán a finales del segundo trimestre del año. Por su parte, los tipos de subastas de refinanciación a largo plazo, los LTRO, "podrían bajar más".

Otro foco está sobre la banca europea. Tanto Ramón Carrasco, analista de Bankinter, como Marian Fernández, analista de AndBank, creen que este paquete es un incentivo para el sistema financiero.

¿Servirán estas nuevas herramientas para impulsar la inflación y apuntalar la economía europea? Él asegura que sí. Mario Draghi no se rinde.

Escucha aquí el análisis de Marian Fernández:

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Escucha aquí la entrevista a Ramón Carrasco:

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