El último movimiento de ficha de Carlos Slim, el segundo hombre más rico del planeta con 77.100 millones de dólares según Forbes, es lanzar una OPA sobre la inmobiliaria Realia de la que ya controla el 30% del capital.

Esta participación en Realia es una de las muchas inversiones que ostenta el magnate mexicano de origen libanés a través del Grupo Carso. Sus activos, principalmente ubicados en América y Europa, se agrupan en 6 grupos cotizados.

Uno de ellos es América Móvil que opera en Latinoamérica y es la joya de la corona del imperio. La compañía también tiene presencia en Europa: posee casi el 23% de la operadora holandesa KPN, tiene el control de Austria Telekom y rivalizó con César Alierta por la puja de E-Plus, al final Telefónica se llevó el gato al agua.

El caso más sonado, es su participación en FCC. A través de Inmuebles Carso, Slim ha realizado la mayor inversión en España para convertirse en el principal accionista de FCC con un 27% del capital social tras protagonizar una nueva compra de acciones.

A través del Grupo Carso se expande por Asia, Europa y Latam mientras que Inbursa es su brazo financiero, sociedad que se alió con La Caixa hace unos años y en la entidad catalana controla cerca de un 10%.

Con este mapa inversor ¿Podríamos aplicar al Grupo Carso la expresión, el imperio donde nunca se pone el sol? Casi.