El Ibex-35 de la bolsa española cierra con su mayor bajada en un mes y medio y perdiendo la cota de los 10.900 puntos debido a que la decisión de China de debilitar aún más a su moneda aumentó las preocupaciones sobre una desaceleración económica global.

Las bolsas en las dos orillas del Atlántico reaccionaron con caídas después de una nueva devaluación del yuan por parte de China por segunda jornada consecutiva, lo que desencadenó temor a una guerra de divisas que podría mermar el crecimiento económico mundial y que eclipsó el sentimiento positivo por el esperado acuerdo de reestructuración sobre Grecia.

En Europa, de la que China es el segundo mayor comprador de bienes, los valores ligados a las exportaciones --como fabricantes de coches o bienes de lujo o consumo-- eran de los más castigados, y la preocupación se extendía a otros sectores, como los productores de materias primas o energía, por el gran consumo del gigante asiático.

El dato peor de lo previsto de la producción industrial en la zona euro abundó en el sentimiento negativo.

En este contexto, prácticamente todos los componentes del Ibex-35  cerraron con caídas. El selectivo terminó la jornada con un descenso del 2,3 por ciento a 10.895,7 puntos, su mayor caída desde el 29 de junio, mientras el paneuropeo Eurofirst 300  se dejó un 2,69 por ciento.

Los productores de materias primas como Arcelor Mittal o Acerinox estuvieron entre los peores valores y perdieron un 2,7 y un 4,24 por ciento pese al descenso de la víspera. Inditex también repitió caídas, un 4,2 por ciento, por su exposición china.

Los grandes bancos apuntalaron el descenso con caídas superiores al dos por ciento. Santander y BBVA cayeron un 2,8 y un 2,64 por ciento, respectivamente.

Otro sector duramente castigado fue el constructor, con descensos de entre el 2,9 y el 3,6 por ciento para valores como FCC, ACS  o Sacyr, pese a que esta última aceleró el proceso de venta de su filial patrimonialista Testa a la socimi Merlin.

Los títulos de la compradora cerraron con un descenso del 3,3 por ciento.

Aena cotizaba mejor que la media y retrocedía un 0,145 por ciento después de que JP Morgan subiera su precio objetivo y de presentar unas sólidas cifras de tráfico aéreo.

Las acciones de Abengoa cayeron un 8,952 por ciento, después de que la empresa siguiera careciendo de la confianza del mercado después de que recortase sus previsiones de caja y reconociese que necesita dinero de sus accionistas para sanear el balance y afrontar sus crecientes inversiones.