La Reserva Federal y otros dos reguladores han recomendado al Congreso de Estados Unidos que limite la capacidad que tiene Wall Street para involucrarse en la banca comercial. Si finalmente se produce, Goldman Sachs, Morgan Stanley y otros bancos que invierten en empresas se verán afectados.

El objetivo de la FED con ello, es limitar su capacidad para comprar grandes participaciones en compañías no financieras en lugar de prestar dinero. También pretende que se limite su actividad en la tenencia de materias primas porque supone un riesgo para el sistema financiero. Los legisladores deberán retirarles el permiso a Goldman Sachs y Morgan Stanley, que se concedió en 1999, que les autorizaba el transporte físico de materias primas, algo que otros bancos no pueden hacer. Ninguno de los dos bancos ha querido comentar el informe.

La Reserva Federal no había hecho una recomendación formal hasta ahora.

Horas después de de la publicación del informe, de 107 páginas, los principales grupos de presión de la banca han elaborado una declaración conjunta en contra y comentan que es "lamentable" y señalan que la FED no ha ofrecido ninguna evidencia de que este tipo de actividades, conocidas como merchant banking, sea una amenaza para el sistema.