La libra esterlina ha caído con fuerza frente al dólar durante la sesión asiática. Se ha producido una ola de ventas, que los operadores todavía no alcanzan a entender.

Debido a la velocidad del movimiento, en apenas dos minutos ha bajado un 6%, algunos ya lo han calificado como un “flash crash”. Ha sido el mayor descenso desde que se anunció el resultado de la votación del brexit. El movimiento se ha visto agravado por la escasa liquidez en ese momento, se han roto soportes técnicos y se ha visto acelerado por las operaciones de los ordenadores, de los robots. Otros explican la caída con un fallo humano, un conocido como “fat finger”, un error al introducir los datos de una orden de compra-venta.

Según datos de Bloomberg, que recoge una media de varios distribuidores, la libra ha tocado los 1,1841 frente al dólar, el nivel más bajo desde marzo de 1985. Sin embargo, algunos operadores señalan que han visto los 1,1378 dólares en al menos una plataforma electrónica y eso sería una caída de un 10% frente a la divisa estadounidense.

Entre los argumentos que se están utilizando para tratar de explicar la caída también están las declaraciones de presidente francés, Francois Hollande, que pide una negociación dura con Gran Bretaña para evitar el contagio y proteger los principios del mercado único.

La libra se ha desplomado desde el pasado domingo cuando la primera ministra Theresa May señaló marzo del año que viene como fecha límite para desencadenar el proceso de divorcio del Reino Unido de la Unión Europea.

Carlos Fernández, analista de XTB, explica que ha provocado, a su juicio, este movimiento tan dramático: