Las bolsas de Asia siguen la estela de Wall Street y suben a máximos de ocho semanas. Las monedas de los mercados emergentes se fortalecen pese a los datos macro de Japón y China. Los inversores también han dejado de lado la advertencia de Moodys al degradar la calificación de la deuda china. Hong Kong es el único mercado que se mueve con pérdidas.

El Nikkei de Tokio ha subido por tercer día consecutivo impulsado por los bancos y la recuperación de los precios del petróleo que ha reforzado al sector energético. Mitsubishi Financial disparada un 7% mientras que la petrolera Inpex ha subido un 4%. Destacar también a las acciones de Toshiba que han repuntado un 6% después de que el diario Nikkei haya publicado que el fabricante de electrodomésticos puede obtener un préstamo adicional de los bancos. En el lado de los descensos, el sector del transporte. Los títulos de Central Railway caen un 3%. Todo a pesar de unos datos macro débiles. La actividad del sector servicios ha bajado a mínimos de siete meses hasta los 51,2 puntos en febrero.

Los mercados de China cotizan en positivo. Los datos en China indican un frenazo en la actividad del sector servicios, según el Caixin. El PMI ha descendido hasta 51,2 puntos frente a los máximos de seis meses, 52,4 de enero.

El mercado australiano ha cerrado con subidas impulsado por el sector energético. Rio Tinto ha ganado más de un 2% y BHP Billiton un 3%. Por cierto que, Australia ha registrado un déficit comercial peor de lo esperado, ha sumado 2.214 millones de dólares frente a los 2.940 millones previstos.

En Corea del Sur, el Kospi cotiza en positivo. Después de conocer que la inflación anual del país ha subido un 1,3% en febrero con respecto al mismo mes de 2015. El motivo el encarecimiento de los servicios públicos y los productos del sector primario.