Una encuesta que publica hoy el diario Nikkei muestra la creciente preocupación entre las empresas japonesas por la ralentización económica en China.

El 64,1 por ciento de los encuestados considera que, ante los últimos datos macroeconómicos del gigante asiático, la actual coyuntura en China tendrá un efecto negativo en sus balances, mientras que solo el 20 por ciento dijo no esperar impacto alguno en su actividad.

Prácticamente el 70 por ciento considera que con motivo del parón sus ventas en China disminuirán o que sus exportaciones al país vecino se verán reducidas. Un 20 por ciento dijo también que teme que caiga el gasto de los turistas chinos en Japón, una fuente de ingresos cada vez más importante para la tercera economía mundial.

Aunque el 40 por ciento dijo que mantendrá intactas sus operaciones en China, cerca de un 18 por ciento manifestó que está considerando reducir su producción allí y un 5,3 por ciento admite que está pensando en reducir su plantilla de trabajadores chinos.