Los miembros fundadores del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) han firmado hoy en Pekín el estatuto de la entidad, a la que China aportará casi 30.000 millones de dólares y se quedará inicialmente con un 29,78 % de las acciones.

Los representantes de los 57 países fundadores de la institución han suscrito, en una ceremonia en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, el acuerdo que establece la normativa básica y el reparto inicial de las participaciones, que podría cambiar en caso de entrada de nuevos miembros en el futuro. El capital inicial del banco será de 100.000 millones de dólares.

China se queda como principal accionista del BAII al aportar 29.780 millones de dólares, por delante de India, que invertirá 8.367 millones de dólares y tendrá un 8,37 % de las acciones, y Rusia, con 6.536 millones de dólares y un 6,53 %.

Con esta distribución inicial de las participaciones, China, impulsora del BAII, tendrá poder para vetar las decisiones que se tengan que aprobar por "supermayoría" y que requerirán tres cuartas partes de los votos.

Alemania será inicialmente el cuarto mayor accionista y el primero no asiático, con un 4,48 % de los títulos al dar 4.842 millones de dólares. Entre los miembros no asiáticos, Francia será el segundo inversor con 3.376 millones de dólares y un 3,38 % de las acciones y Brasil el tercero, con 3.181 millones de dólares y un 3,18 % de las acciones.

España invertirá 1.762 millones de dólares y contará con una participación de un 1,76 %, lo que lo sitúa como el sexto mayor accionista no asiático.

Los 37 países asiáticos aportan el 75 % del capital y se quedan con tres cuartas partes de las participaciones, mientras que los 20 no asiáticos invertirán el 25 % restante con una cuarta parte de las acciones. Los miembros fundadores que firmaron hoy el estatuto del BAII deberán ahora ratificar el documento de acuerdo con su legislación doméstica, mientras que los que no lo suscribieron este lunes tendrán de plazo para hacerlo hasta final de año.

Se espera que la entidad empiece a operar antes de finales de año y tendrá su sede en Pekín.