El Gobierno japonés quiere que sus trabajadores cojan más vacaciones y trabajen menos horas para reducir el número de personas que se mueren por exceso de trabajo. La llamada "Karoshi", muerte por exceso de trabajo hace décadas que supone un problema. Las fiestas nacionales han aumentado en Japón pero los japoneses todavía no quieren rehuir del trabajo.

Con más de 2.000 suicidios al año por exceso de trabajo, el Gobierno fue presionado el año pasado cuando medio millón de personas firmaron una petición pidiéndole mejorar la situación.

Los proyectos de medidas anunciadas esta semana animan a las empresas a reducir las horas de trabajo y dejar que los empleados tengan más vacaciones anuales. La legislación revisada presentada al Parlamento en abril también obliga a las empresas a que los trabajadores tengan vacaciones pagadas al menos cinco días al año. Los trabajadores a tiempo completo japoneses pasaron 173 horas de media de tiempo extra el año pasado. "Las compañías japonesas tienden a empujar a los empleados actuales a trabajar horas extras en lugar de aumentar la contratación cuando se llena bastante", dijo Koya Miyamae, economista de SMBC Nikko Securities en Tokio. Ahora, el gobierno espera reducir la proporción de empleados que trabajan 60 horas o más a la semana a menos del 5% en 2020, de alrededor del 9% en 2013.