Las dos mayores ferroviarias del país, CNR y CSR, anuncian que se unen para dejar de competir por conseguir contratos en el exterior y han dado lugar así a un gigante del sector. Tras más de dos meses de negociaciones, ambas compañías de titularidad estatal notificaron a las bolsas de Shanghái y Hong Kong que habían acordado unirse en un conglomerado valorado en unos 26.000 millones de dólares. Sus títulos han subido hoy más de un 40%.

CSR y CNR controlan la construcción de los trenes de alta velocidad en China -país que cuenta con la mayor red del mundo de este tipo de líneas, con más de 14.000 kilómetros-, y, además, dominan los mercados de los de carga y de metro, en los que fabrican alrededor de cuatro de cada cinco ferrocarriles.
Sin embargo, el principal objetivo de esta fusión es evitar que les acabe dañando la competencia entre ambas empresas para lograr contratos fuera del gigante asiático.