Las tensiones geopolíticas y económicas están generando nuevos movimientos en los mercados financieros globales. En medio de la recrudecida batalla arancelaria entre China y Estados Unidos, y con las advertencias de Donald Trump sobre posibles incrementos en los aranceles del acero y aluminio, los activos tradicionalmente considerados como seguros empiezan a mostrar señales de riesgo que antes no parecían estar presentes.

Según David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y director general de AFI Inversiones Globales, la recuperación de los mercados no está siendo uniforme.

"Depende de qué mercado mires. El mercado bursátil es verdad que había recuperado bastante bien, prácticamente todo lo que se perdió entre el 18 de febrero y el 8 de abril", explica Cano, mientras que la situación es diferente en el mercado de bonos.

En cuanto al dólar, el experto señala que "no solo no ha recuperado nada sino que está en el momento de máxima debilidad del año". Esta recuperación desigual tiene sus razones: mientras que en bolsa el crecimiento de beneficios y el impulso tecnológico sostienen las cotizaciones, en renta fija la situación es más compleja.

Riesgos en la economía de EEUU: ¿Crisis de deuda en el horizonte?

David Cano, director general de AFI Inversiones Globales, analiza las tensiones en los mercados y advierte sobre las vulnerabilidades americanas.

La vulnerabilidad estadounidense

Uno de los aspectos más llamativos del análisis de Cano es su observación sobre la economía estadounidense: "Estados Unidos, que es la economía más dinámica, más atractiva del mundo, también tiene sus vulnerabilidades". Estas debilidades, según el experto, se manifiestan en "el déficit en la balanza por cuenta corriente" y en las "necesidades de capitales desde el exterior para financiar, entre otras cosas, su déficit público".

El comportamiento beligerante de Estados Unidos podría estar teniendo consecuencias negativas: "Si Estados Unidos se muestra muy beligerante con los inversores internacionales, estos no desplazan sus flujos de inversión hacia el mercado de deuda pública de Estados Unidos", lo que explica el repunte de los tipos de interés que está siendo "muy llamativo".

Ante la pregunta sobre si podríamos estar ante los primeros indicios de una crisis de deuda, Cano se muestra cauteloso. No cree que se trate de un súbito descubrimiento del elevado nivel de endeudamiento global, sino de "un aumento de la prima por riesgo en los tramos largos ante la percepción de que estos pueden seguir subiendo".

"A Japón le pasa todo lo contrario que a Estados Unidos: tiene un abultadísimo superávit por cuenta corriente, hay dinero más que suficiente para comprar los bonos públicos y por tanto sorprende el repunte de tipos de interés"

Este fenómeno podría abrir la puerta a considerar la deuda pública japonesa como una alternativa de inversión, dado que "el 30 años japonés está prácticamente en el mismo nivel que el 30 años alemán".

Balance económico de España

Respecto a la situación macroeconómica española tras siete años del gobierno de Pedro Sánchez, Cano destaca como aspecto más positivo el superávit en la balanza por cuenta corriente. "España tiene superávit en la balanza por cuenta corriente. En su conjunto consigue ahorrar, consigue tener un exceso de ahorro que está permitiendo repagar la deuda que acumulamos entre el año 2000 y el año 2012", explica.

En el lado negativo, señala la deuda pública como el principal problema: "El gran problema de la economía española se llama que el gasto público tiene un componente estructural, y unos ingresos públicos que están creciendo mucho porque el ciclo está yendo muy bien". Esta situación podría volverse problemática si los ingresos comienzan a caer, provocando "un déficit público estructural" a pesar de que la deuda pública esté disminuyendo.