La clave de la Cumbre de París sobre el cambio climático está en alcanzar un compromiso claro y de carácter vinculante de reducción de emisiones de CO2, para que el acuerdo no se quede en papel mojado. Según Mariano González, portavoz de la campaña de cambio climático de Greenpeace, el conflicto de intereses entre los países en vías de desarrollo y los desarrollados, no es una excusa. La situación es crítica y todos los países del mundo deben implicarse.

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