El Juzgado de lo Mercantil número dos de Madrid ha celebrado la vista de medidas cautelares solicitadas por LaLiga contra la resolución de la Jueza Única de Competición de la Real Federación Española de Fútbol de no permitir que haya partidos de LaLiga Santander en viernes y lunes. Se procederá a dictaminar su resolución entre este viernes y el próximo lunes.

María José López, abogada de La Liga ha expuesto en su conclusión final que el organismo al que representa "se considera capacitada para fijar la fecha y el horario de los partidos, que no es lo mismo que el calendario" y critica que la actuación de la Real Federación Española de Fútbol, "vulnera el derecho a la competencia".

Por su parte, González Cueto, abogado de la RFEF afirma que "si la postura de la LaLiga causa perjuicios a terceros será por un empecinamiento propio en no negociar" aunque manteniendo la posición que expresaba esta mañana y ha reiterado que la organización aceptará la sentencia les sea o no favorable.

Intereses económicos

Los intereses que separan a ambas partes son, principalmente, económicos ya que, según el presidente del Villareal, Fernando Roig, si finalmente no hay partidos los viernes y lunes las consecuencias económicas que tendrá esta decisión en las cuentas, no solo de los clubes, sino también en las de Hacienda “pueden ser desastrosas”.

Roig apunta que la deuda de los clubes para con el organismo público ha pasado de ser de 750 millones a “prácticamente nula”.

“El fútbol español ingresa a Hacienda todos los años 1.300 millones de euros lo que supone un 1,37% del PIB español y parece mentira que esto se pueda llegar a perder” asevera Roig.

El presidente del Villareal califica deincomprensible” la postura que mantiene la RFEF en el conflicto. No obstante, también pone el foco en los derechos de emisión de las televisiones para la temporada 2019/2020 recordando que el dinero que pagan los medios “ha pasado de 650 a 2.000 millones de euros - un 60% del presupuesto de los clubes - y ha permitido a los clubes ponerse al día con Hacienda y la Seguridad Social”.

Con ello, Roig asegura que las cuentas con el Estado podrían verse dañadas de enfrentarse a una resolución judicial favorable a la RFEF ya que los numerosos contratos que se tienen firmados con televisiones nacionales e internacionales “tendrían consecuencias desastrosas para los equipos a raíz de las demandas que se interpondrían por daños y perjuicios”.

El juicio ya ha quedado visto para sentencia. María José López, abogada de La Liga ha expesto en su conclusión final que el organismo al que representa "se considera capacitada para fijar la fecha y el horario de los partidos, que no es lo miso que el calendario" y critica que la actuación de la RFEF "vulnera el derecho a la competencia".

Por su parte, González Cueto, abogado de la RFEF afirma que "si la postura de la LaLiga causa perjuicios a terceros será por un empecinamiento propio en no negociar".

No se espera que el juez Sánchez Magro publique la sentencia hasta finales de esta semana o incluso principios de la que viene, ya en el tiempo de descuento para un comienzo de liga que se augura entre turbulencias.

Un juicio a futuro

Y el que se ha llegado a calificar como el juicio más importante para el fútbol español de los últimos años penden de las manos del controvertido juez Sánchez Magro quien dio un paso adelante en su carrera judicial tras haber declarado nulo el concurso de acreedores de la inmobiliaria Nozar, lo que le valió una acusación del BBVA por considerar que había infringido la ley concursal.

No obstante, este penúltimo capítulo de la eterna batalla entre las dos entidades que rigen el fútbol en España, la RFEF y la LNFP tiene su alter ego en la guerra personal entre Luis Rubiales, presidente de la RFEF y Javier Tebas, presidente de la LNFP.

Rubiales y Tebas se han enzarzado en múltiples ocasiones por supuestas incursiones de una de las entidades en las actividades que la otra parte considera de su competencia.

En lo que ocupa este caso particular, la RFEF es la responsable de aprobar un marco normativo general mientras que sobre la asociación de clubes profesionales recae la competencia para determinar los detalles de la Primera y Segunda División.

El calendario de cada temporada debe ser aprobado por la federación, al ser ésta la máxima entidad del fútbol en España. Sin embargo, ese calendario se obtiene tras una proposición por parte de La Liga en la que se marcan los fines de semana en los que habrá Liga y qué jornadas se pueden disputar entre semana en función del resto de competiciones nacionales e internacionales.

Históricamente, federación y competición firman un convenio que trata de evitar este tipo de disputas. El problema es que el documento rubricado data de 2014, cuando todavía estaba en la federación el anterior equipo directivo con Ángel María Villar al frente, y a día de hoy ha vencido el pacto en el que ambas partes veían con buenos ojos el emitir partidos lunes y viernes.

La Liga y clubes se amparan en el Real Decreto Ley 5/2015 que regula la venta de los derechos de la televisión y les reconoce a ellos como titulares de las competencias para fijar libremente los horarios. Mientras tanto, la RFEF niega que este sea así y que debido al vacío legal que conlleva la ausencia de mención, la competencia recae en ellos como máxima autoridad del fútbol español.