Agencias.- Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) han crecido en 2018 al mayor ritmo en cinco años. La emisión del principal gas causante de la contaminación global ha subido un 1,7% el año pasado, un ritmo que no se veía desde 2013 y se debe sobre todo a China, India y Estados Unidos. Esos tres países representaron un 85% de la subida debido a la entrada en servicio de nuevas centrales de electricidad producida con carbón, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Las emisiones alcanzaron un nivel récord de 33.143 millones de toneladas de CO2, de las cuales un 28,6% correspondieron a China, un 14,75% a Estados Unidos y un 6,94% a India. Y eso que en el país norteamericano sigue disminuyendo la presencia del carbón, donde las compañías prefieren sustituir las envejecidas plantas por otras de gas.

Europa sí ha reducido las emisiones, aunque todavía aporta casi un 12% del total, gracias a la sustitución de las centrales térmicas de carbón por energías renovables en los grandes mercados como Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido.

La generación de dióxido de carbono se había estancado entre 2014 y 2016 pese al crecimiento económico gracias a la eficiencia energética y al despliegue de tecnologías renovables, unidos a una menor demanda de carbón. Pero las cosas se torcieron en 2017 y esa tendencia se agravó el año pasado. El repunte del consumo de carbón en grandes países contaminantes como India y China, sumado a otros más pequeños del sudeste asiático, generó un 2,9% de emisiones suplementarias.

El carbón es todavía la principal fuente de generación de electricidad y la segunda en el conjunto de la energía por detrás del petróleo, aunque ha perdido peso relativo respecto al gas. Según el informe de la AIE, el carbón es responsable de una subida de la temperatura media global de entre el 0,3 y 1 grado centrígrado respecto a los niveles preindustriales.

La demanda mundial de gas creció un 4,6% en 2018, la mayor cadencia registrada desde 2010, y un 70% de esa expansión tuvo lugar en Estados Unidos y China.

La progresión de las renovables a escala mundial se quedó algo por debajo de la del gas y supuso en torno al 15% de la demanda energética, especialmente en la generación de electricidad, donde ya pesan alrededor de la cuarta parte de la capacidad. Precisamente China lidera el despegue de las renovables, con un 40% de las nuevas instalaciones, seguida de Europa, de Estados Unidos e India.

En cuanto a Europa, las políticas de la Unión Europea pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 50% en 2030, por encima de los objetivos marcados para combatir el cambio climático, según un informe de Sandbag. El bloque comunitario se encuentra a medio camino de la meta fijada para eliminar completamente esas emisiones en 2050, de acuerdo con las recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU (IPCC).

Treinta años después del primer informe del IPCC, Sandbag destaca que la UE rebajó en 2018 un 24% el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero (GHG, sus siglas en inglés) respecto al de 1990, por lo que considera que se "llegará a tiempo a la mitad del camino".