La esperada decisión de la Administración Trump de revertir la política de cambio climático del expresidente Barack Obama podría prolongar la vida de algunas centrales eléctricas de carbón envejecidas, pero las empresas y expertos en energía aseguran que es improbable invertir el cambio de la industria estadounidense enfocada ahora hacia el gas natural y algunas energías renovables, como el viento, como principales fuentes de electricidad.

En esta línea se manifiesta el director de ECG Asset Management, José Gonzáles, quien argumenta que "la reactivación de los empleos en el carbón no sólo depende de las medidas medioambientales sino de la existencia del gas como mayor fuente energética en Estados Unidos, de ahí que el mercado no lo esté tomando con optimismo."



Donald Trump cumple este martes otra promesa de campaña, con la firma de una orden ejecutiva que desmantelará la política medioambiental de su antecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, que dio un paso histórico al unirse al Acuerdo de París contra el Cambio Climático y comprometerse a reducir las emisiones contaminantes del país. El objetivo del gobierno estadounidense es revertir sus políticas, ya que considera que han provocado una sangría en el mercado laboral ligado al carbón, favoreciendo la independencia energética de Estados Unidos. Entre sus propuestas esta levantar la moratoria en los permisos medioambientales de exportaciones de carbón, promover la explotación del gas y petróleo y eliminar los límites al frácking.