La Agencia Internacional de la Energía considera improbable que la elección de Donald Trump como nuevo presidente de EEUU vaya a alterar de forma significativa las bases del mercado de petróleo a corto plazo. Según explica en su último informe, espera más detalles sobre las políticas energéticas que pretende llevar a cabo Trump.

Sobre la próxima reunión de la OPEP el 30 de noviembre, la AIE dice que para cumplir los objetivos avanzados de un máximo de producción de entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios, el cartel petrolero tendría que acordar recortes significativos. Rusia, el mayor productor mundial de petróleo en la actualidad, incrementará sus extracciones este año en 230.000 barriles diarios. Si se le añaden las expectativas de subida en Brasil, Canadá y Kazajistán, los países que no pertenecen a la OPEP subirán su aportación en 500.000 barriles diarios el año próximo.

Los analistas de la agencia calculan que el mundo consumirá este año una media de 96,3 millones de barriles diarios, un alza de 1,2 millones de barriles anuales. Para 2017, el ascenso será de nuevo de 1,2 millones. La AIE considera que no hay signos de que la actividad económica vaya a absorber más crudo. Por tanto, si no hay acuerdo en la OPEP y algunos de sus países aumentan sus extracciones, continuará el exceso de oferta en el mercado. Si esa situación persiste en 2017, hay riesgo de que los precios vuelvan a bajar.