Llegan aires de cambio a Japón. El emperador Akihito abdicará mañana y el miércoles, su hijo Naruhito abrirá una nueva etapa. Se espera que llegue un toque de modernidad y que adapte el Trono del Crisantemo a los nuevos tiempos.

Se acaba con este cambio la era "Heisei", paz en japonés, del emperador Akihito. Ha sido el período más pacífico del país en su historia reciente, y comenzaba en 1989 tras el fallecimiento del emperador Hirohito. Nace ahora la era "Reiwa", bella armonía, con su sucesor. Es la primera vez que se da un relevo en vida en los últimos dos siglos. La última vez que esto pasó, fue en 1817.

Akihito tiene ya 85 años y anunció el 8 de agosto de 2016 que debido a su edad y a su salud frágil, le costaba cada vez más cumplir con sus funciones. Pero no anunció su intención de abdicar, porque la ley no lo permitía. Se hizo un cambio en la legislación en diciembre de 2017, y se decidió que la sucesión trono se haría entre el 30 de abril y el 1 de mayo de este 2019.

Según los expertos, el sello de Akihito ha sido la cercanía al pueblo, frente al distanciamiento que han tenido sus predecesores. Según una cuesta realizada en el mes de marzo por el diario nipón Mainichi, un 87% de los japoneses cree que Akihito ha cumplido bien con sus funciones, y con el papel que le encarga la Constitución.

El miércoles Naruhito asumirá el Trono del Crisantemo en una ceremonia con la presencia de miembros de la Casa Imperial y altos funcionarios de los tres poderes del Estado.

Es un ritual que no está abierto a mujeres, pero en esta ocasión sí estará presente una, la única ministra del gabinete de Shinzo Abe, Satsuki Katayama.

AKIHITO, EL 125 EMPERADOR DE JAPÓN

Akihito y Michiko
Emperador Akihito y Emperatriz Michiko

En Japón aseguran que se trata de la monarquía hereditaria más antigua del mundo --el primer emperador fue Jimmu, quien habría gobernado entre el 660 y el 585 antes de Cristo--. El tiempo que ha estado al frente del país, ha hecho esfuerzos por curar las heridas dejadas por la Segunda Guerra Mundial en Asia.

En 1991, el emperador visitó Tailandia, Malasia e Indonesia en su primer viaje oficial al extranjero. También viajó a China en 1992 y en 1993 a la isla japonesa de Okinawa (sur), donde tuvo lugar una de las pocas batallas terrestres en el país.

En 2016, la pareja imperial visitó Filipinas para rendir tributo a los muertos en la guerra, durante el 60 aniversario de la normalización de relaciones diplomáticas entre los dos países.

Cambios en el país

Naruhito hereda el trono en un momento de importantes desafíos, como el envejecimiento de la población, la inmigración y la salida de un largo período de estancamiento económico. Es el primer emperador que se ha formado en el extranjero (estudió en la Universidad de Oxford), y no ha vivido la Segunda Guerra Mundial.

A nivel internacional, Japón vive un nuevo período de expansión pero podría pasar que la casa real choque con el Gobierno conservador de Shinzo Abe. El reinado de Akihito se ha caracterizado por la cercanía con el pueblo y la defensa del pacifismo. Pero Abe defiende romper con la Constitución pacifista y dotar al país de un verdadero Ejército. La emergencia de China y las amenazas de Corea del Norte serían la excusa. Además, resurge sin complejos el nacionalismo nipón y el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial se ve cada vez más lejano.

Mientras el Consejo de Política Monetaria del Banco de Japón (BoJ) ha decidido mantener sin cambios su actual política monetaria de tipos de interés muy bajos hasta “al menos la primavera del año 2020”. Toma esta decisión tras revisar a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB e inflación. Para 2019, espera que el PIB crezca un 0,8%, una décima menos que en enero, y que en 2020 se expandirá a un ritmo del 0,9%, frente al 1% anticipado anteriormente. De cara a 2021, se prevé que el PIB crecerá un 1,2%.

Y por cierto que ya hay empresas que están aprovechando la nostalgia del momento para hacer cada. Heso Production ha comenzado a comercializar latas que contienen el 'aire de una era que concluye'. Por 1.080 yenes (8,6 euros), los seguidores de la era Heisei podrán conservar un poco del aire del reinado de Akihito. Y por supuesto toda una ristra de souvenirs conmemorativos.

En cambio lo que no ha gustado a muchos japoneses es tener días de vacaciones. Les han dado 10 días libres con motivo de la abdicación y el nombramiento del nuevo emperador; es la primera vez que esto ocurre en su historia, y según algunos sondeos, hasta un 45% de la población no está contenta con esto. En cambio un 35% sí que estaría contenta. Pero el problema es que hay bancos cerrados, con lo que el dinero podría escasear en los cajeros, servicios públicos que no funcionan o no tienen con quién dejar a los niños.