Que Facebook y Google viven de la publicidad no es nuevo. Son soportes para anunciantes, además de una red social o un buscador. Y aunque diversifiquen su negocio en otras áreas, los números hablan solos: de los 12.972 millones de dólares de ingresos de Facebook en el último trimestre de 2017, 12.779 fueron ingresos publicitarios; en el caso de Alphabet, 27.200 millones de dólares de los 32.300 facturados entre octubre y diciembre corresponden a ingresos por publicidad.

En esta carrera de generar ingresos por publicidad Amazon, cuyo negocio core es vender productos, se ha quedado fuera, ¿o deberíamos decir se había quedado fuera?

Algo sorprende en la última presentación de resultados de la empresa de Seattle: de los 60.500 millones de dólares de ventas del último trimestre, 1.740 millones corresponden a la partida publicidad y otros. Sobre el total, el porcentaje es pequeño, pero el incremento de ingresos en esta línea de negocio es espectacular: del 62%.

El canal obvio de Amazon como soporte publicitario es la propia web donde compramos. Pero, ¿qué hay de los asistentes virtuales? ¿Son los asistentes los próximos soportes publicitarios que deben tener en consideración las marcas? ¿Será Alexa la encargada de seducirnos para que compremos algo? Pues por ahí van los tiros como nos explica Inés Muñoz Vidal, fundadora de "Tu carrito musical":



A favor del asistente virtual, sea el de Amazon o el de cualquier otra marca, la capacidad seductora de una voz. El reto: que los asistentes entren en los hogares con fuerza (en Estados Unidos ya se ha multiplicado por dos el número de asistentes en 2017 hasta los 36 millones) y que los anunciantes, conservadores en cuanto al soporte, acepten el nuevo canal.

Y cuidado, porque como sea así, ¿tendrá Facebook que reinvertar su negocio?