La fiscalía anticorrupción pide cinco años de cárcel para Rodrigo Rato y le declara culpable del delito de fraude o estafa por falsear ante la CNMV y los inversores las cuentas de Bankia para su salida a bolsa en 2011. El fiscal del caso, Alejandro Luzón, considera que "La salida a Bolsa de Bankia fue una estafa a los accionistas".

El fiscal señala como responsables, además de Rato, a otros tres ex-miembros de la cúpula de Bankia y exige cuatro años de cárcel para el exvicepresidente de la entidad José Luis Olivas y tres años y dos años y siete meses, para los exconsejeros José Manuel Norniella y Francisco Verdú Pons, respectivamente. Las penas solicitadas superan los dos años por lo que en el caso de que los acusados fueran efectivamente condenados, no podrían evitar su ingreso en prisión.

Los ex directivos son responsables del presunto falseamiento del folleto informativo presentado a la CNMV con motivo de la salida a bolsa de Bankia. Su objetivo era conseguir el mayor número posible de inversores para cubrir las exigencias de capital que la entidad requería. Para el fiscal, no se informó en dicho folleto de la precaria situación en la que se encontraban las cajas de ahorro que conforman el grupo. Esto se traduce en una estafa para aquellos inversores que participaron en la OPS de una entidad supuestamente sana, que tan solo un año después tuvo que ser rescatada por el gobierno.

Sin embargo, el fiscal descarta un delito de falsedad contable tras el salto al parqué de Bankia, por el cual había 34 ex-administradores de la entidad imputados. Luzón afirma que las cuentas de Bankia no vulneraban la legislación vigente en ese momento y que, de hecho, algunas decisiones contables que "no contribuyeron a que la imagen de la entidad luciera adecuadamente" fueron aprobadas por los organismos reguladores.