La Unión Europea ha puesto sobre la mesa una propuesta para proteger su industria siderúrgica mediante un sistema de cuotas a la importación de acero y un aumento de aranceles para exportaciones que excedan dichas cuotas. Esta medida surge en un contexto de guerra comercial global iniciada por Estados Unidos y ante la creciente presión de productos provenientes principalmente de China.
La iniciativa ha sido recibida con beneplácito por parte de las patronales del sector siderúrgico, mientras que ha generado oposición entre algunas empresas y asociaciones vinculadas a la industria automotriz.
Carola Hermoso, directora de UNESID, aplaude la medida como solución a la sobrecapacidad global mientras la industria del automóvil muestra preocupación.
Una medida "muy necesaria" para la supervivencia del sector
Carola Hermoso, directora general de la Unión de Empresas Siderúrgicas (UNESID), valora positivamente la propuesta europea: "Es una medida muy necesaria para salvaguardar la industria siderúrgica europea, que está ahora mismo sometida a una presión en los mercados muy seria por este problema de sobrecapacidad global de producción de acero que existe en el mundo", explica.
Según Hermoso, este nuevo mecanismo sustituirá a las actuales salvaguardias que expiran a mediados de 2026, y representa "una vuelta de tuerca" más ambiciosa considerando el contexto global de guerra comercial en el sector.
La directora de UNESID señala que la sobrecapacidad productiva proviene principalmente de China, pero también de otros países asiáticos como Malasia e India, e incluso del norte de África.
"El problema es que se ha invertido con unas expectativas de consumo que luego no se han ejecutado. La crisis de la construcción en China, por ejemplo, ha hecho que esa demanda de acero interna no haya cumplido las expectativas de los fabricantes"
Como consecuencia, todo este exceso de producción está siendo exportado "a precios de derribo" hacia mercados sensibles y abiertos como el de la Unión Europea, que tradicionalmente ha tenido pocas barreras comerciales.
Hermoso destaca la gravedad de la situación: "La capacidad de producción de la Unión Europea de acero está al 60%. Es decir, somos capaces de producir mucho más pero ahora mismo estamos produciendo muchísimo menos de lo que nuestra capacidad de producción nos permitiría".
