El último análisis de Funcas, uno de los think tanks más prestigiosos de España, ha lanzado una contundente alerta sobre la existencia de un "triángulo de presión" que amenaza la economía española. Esta advertencia llega en un momento en que el Gobierno presume del dinamismo económico del país, mientras la población no percibe esa mejoría en su día a día.
Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director de Papeles de Economía Española en Funcas, explica en este podcast este contraste entre las cifras macroeconómicas y la percepción ciudadana.
Santiago Carbó, director de Papeles de Economía Española en Funcas, advierte sobre el nuevo triángulo de presión que amenaza la economía española.
Según el informe, este triángulo de presión está conformado por tres elementos clave: la deuda pública que no ha parado de crecer, la inestabilidad comercial que afecta a todas las economías y los riesgos fiscales. A estos se suman otros factores como la incertidumbre política.
Carbó señala que esta presión es mucho más fuerte este año que el anterior, lo que podría impactar el crecimiento económico: "Es una situación más dificultosa que no llega a poner en peligro el crecimiento, pero sí que le puede impactar a la baja en los próximos este año y el que viene".
El crecimiento que no se percibe: así se están deteriorando las clases medias
Ante la pregunta de por qué la ciudadanía no percibe el crecimiento económico del que presume el Gobierno, Carbó es claro: "No lo percibe porque no ha habido aumentos de productividad. Sin aumentos de productividad no aumentan los salarios".
El experto explica que, aunque España muestra buenos datos de PIB impulsados por el consumo público, la inversión extranjera y ciertos sectores como el inmobiliario, la productividad lleva "estancada por bastante tiempo", aunque en los últimos dos años se ha observado un crecimiento incipiente.
A este problema se suma el elevado coste de la vivienda: "Como está tan carísima la vivienda tanto en alquiler como en propiedad, hace que se detraigan un montón de recursos en materia de vivienda. Y entonces, claro, lo que te queda para vivir o para poder disfrutar es mucho más pequeño".
"Ha habido un deterioro de las clases medias en España e incluso diría de algunas clases medias altas. Es decir, aquellas personas que viven en determinadas ciudades muy caras y que ganan esos 60-80.000 euros"
El economista considera fundamental impulsar también estas rentas medias, "que tanto empujan a la economía porque toman decisiones de consumo con mayor cantidad de recursos", pero que actualmente se encuentran en una situación de "atonía" en su capacidad de gasto.
Respecto a la distribución de la riqueza, Carbó matiza: "Sí que hay ricos, aunque probablemente menos que en otros países porque hemos luchado mucho contra la desigualdad, pero a veces a lo mejor nos hemos pasado de frenada en este tema".
La solución: aumentar la productividad
Ante la pregunta sobre qué medidas deberían aplicarse para mejorar la situación, Carbó apuesta claramente por el aumento de la productividad: "Tenemos que tener ese aumento de la productividad, potenciando que las empresas inviertan en nuevas tecnologías aún más, porque son las nuevas tecnologías las que hacen que cada uno de nosotros podamos producir más".
El economista reconoce que sectores clave para la economía española como el turismo o la restauración tienen más dificultades para aumentar su productividad, lo que supone un lastre.
Sin embargo, destaca que "España es muy competitiva en prácticamente casi todo, desde el sector de la automoción, farmacia, manufacturas de todo tipo, tecnología de agua, de ingenierías", sectores donde habría que aplicar estímulos fiscales y crear entornos "business friendly".