El jefe del banco central de Japón ha declarado que consideraría poner fin a su política monetaria ultralaxa si la inflación alcanza su objetivo durante el año que finaliza en marzo de 2020, unos comentarios que elevaron al yen y desencadenaron una venta masiva de bonos.


"Los miembros del consejo del BOJ (Banco de Japón) esperan que los precios alcancen el 2% en torno al año fiscal 2019. Si esto sucede, no hay duda de que consideraremos y debatiremos una salida (de la política monetaria ultralaxa)", ha declarado el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, al parlamento.


El dólar caía frente al yen y los precios del bono del gobierno japonés caían después de las observaciones, que desencadenaron las expectativas del mercado de que el Banco de Japón siga los pasos de otros bancos centrales al retirar los estímulos monetarios para combatir la crisis antes de lo esperado.


"El mercado ha sido muy sensible sobre la salida del BOJ de la política ultralaxa", ha declarado Norihiro Fujito, estratega de inversión senior de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities. "Hasta ahora, el BOJ no hizo ningún comentario sobre la salida, pero desde que se ha publicado que ha hablado de la retirada, el mercado se ha sobresaltado".


Kuroda enfatizó la determinación del BOJ de mantener su programa de estímulo masivo por el momento, en un momento en el que la inflación está lejos de su objetivo del 2%


Pero ha agregado que el BOJ podría ajustar sus objetivos de rendimiento de manera flexible y no se apegará a una política ultraflexible para siempre.


"Si las condiciones económicas se vuelven favorables y se alcanza nuestro objetivo de precios, normalizaremos la política monetaria", ha destacado


Kuroda, quien ha sido nominado por el gobierno para cumplir otro mandato de cinco años después de que el actual finalice en abril, ha hecho estos comentarios durante una audiencia para confirmar el cargo en la cámara baja del parlamento.


La nominación necesita la aprobación de ambas cámaras del parlamento, lo que es casi una certeza ya que la coalición gobernante del primer ministro, Shinzo Abe, tiene una cómoda mayoría.


"Si los comentarios deben tomarse literalmente, significa un gran punto de inflexión en la política del Banco de Japón", ha declarado Daisuke Karakama, economista senior de mercados de Mizuho Bank en Tokio.


Bajo su estrategia adoptada en 2016, el Banco de Japón orienta los tipos de interés a corto plazo hacia el -0,1% y el rendimiento a 10 años de los bonos del gobierno en torno al cero por ciento.


Teniendo en cuenta que la prolongada flexibilización monetaria ha dañado los márgenes bancarios, algunos analistas han pedido al BOJ que eleve los tipos antes de que la inflación alcance el 2%, argumentando que era un objetivo demasiado elevado en un país que ha sufrido dos décadas de deflación.


Kuroda ha dicho que el Banco de Japón podría debatir una estrategia de salida de su política ultralaxa y comunicar su plan a los mercados cuando llegue el momento apropiado.


Pero ha manifestado que ahora no era el momento de presionar en esa dirección ante una inflación aún distante del objetivo del BOJ.


(Reuters)