El Banco Central Europeo (BCE) ha declarado que el Sberbank Europe AG, la filial europea de Sberbank, el mayor banco de Rusia y Europa Oriental, "ha entrado o está a punto de entrar" en quiebra por falta de liquidez debido a "significativos" retiros de depósitos como consecuencia del conflicto iniciado por el gobierno ruso. También se han visto afectadas sus filiales en Eslovenia y Croacia.

La invasión de Rusia a su país vecino no ha tardado en producir efectos negativos para su economía. Según el BCE, varias filiales europeas del banco ruso Sberbank sufrieron importantes retiradas de depósitos tras el anuncio de las duras sanciones económicas impuestas por la Unión Europea contra Rusia por la invasión a Ucrania cometida el pasado jueves.

Una de las sanciones es la exclusión de varias entidades financieras rusas del sistema de información de pagos bancarios y transacciones bancarias Swift, la cual es, a día de hoy, una infraestructura imprescindible en el flujo global de capitales.

Otra importante sanción a la que Rusia tendrá que hacer frente es la congelación de una buena parte de los 640.000 millones de dólares en reservas internacionales con los que el país contaba y tenía pensado estabilizar su divisa y hacer frente a estas sanciones económicas.

Según el BCE, hubo una oleada de retiros de depósitos como resultado del impacto de las tensiones geopolíticas que provocaron un importante deterioro de su liquidez. El organismo asegura que "no hay medidas disponibles con posibilidades realistas" de restablecer el flujo de caja del Sberbank y que la entidad no sea capaz de pagar sus deudas y otros pasivos en un futuro próximo.

Sberbank, el mayor banco de Rusia

Con sede en Moscú y fundado en el año 1841, el Sberbank es considerado el banco más grande del país. Su mayor accionista es la Federación Rusa, que cuenta con la mitad de las acciones más una con derecho a voto. El gigante financiero cuenta con el 100% de Sberbank Europe AG (Austria), que ha sido el mayor afectado por esta decisión del BCE.

También posee filiales en República Checa, Hungría, Bosnia-Herzegovina y Serbia, las cuales no se han visto perjudicadas por la quiebra por no estar bajo la jurisdicción del BCE.