“El bitcóin superará los 20.000 dólares y continuará con su meteórico avance hasta las seis cifras”, asegura el analista de investigación Ronnie Moas en la CNBC. El fundador de Standpoint Research ya adelantó a principios de julio que la criptomoneda superaría los 5.000 dólares antes de 2018 y ahora predice otro movimiento del 500% desde el lugar actual: “El juego final en bitcóin es que alcanzará entre 300.000 y 400.000 dólares, en mi opinión, y será la moneda más valiosa del mundo”.

Por el momento, la criptomoneda se intercambia por unos 18.800 dólares al contado mientras que ha dado un paso más en Wall Street, con un nuevo debut en el mercado de futuros más importante del mundo. Los futuros de bitcóin han caído un 3,8% en su llegada a Chicago Mercantile Exchange (CME), hasta 18.760 dólares, tras haber iniciado el debut en 20.650 dólares. Un movimiento que contrasta con el aumento en torno al 20% de los futuros de bitcóin en el Cboe de Chicago la semana pasada, aunque en esta ocasión no se ha tenido que suspender la cotización por exceso de volatilidad.

Una de las diferencias entre los futuros del Cboe y de CME es que el contrato en el primero representa un bitcóin mientras que en CME representa cinco bitcoines. Además, el Cboe establece su futuro contra una subasta de precios de Gemini, mientras que CME utiliza su propia tasa de referencia que rastrea varias casas de cambio de criptomonedas.

CME es un mercado mucho más grande, por lo que se espera que el impacto sea mayor, el precio más sólido y el volumen, en general, más importante. Los contratos, que se liquidan en dólares y se negocian en estas bolsas reguladas, ahora pueden ser comprados por inversores institucionales, como las entidades financieras tradicionales, que tienen prohibida la compra de criptodivisas puesto que no se les permite tener activos no regulados en su balance.