El presidente de Brasil, Michel Temer, asegura que "no hay riesgo" de que la moneda de la mayor economía de América Latina sufra una crisis a pesar de su fuerte depreciación. Al mismo tiempo, el jefe del banco central del país se compromete a mantener la intervención de la entidad en el mercado.

Así que el país se prepara para resistir después de que el real tocara ayer su menor nivel en más de dos años, a 3,96 unidades por dólar, y en medio de las preocupaciones sobre la perspectiva fiscal del país y la incertidumbre electoral de cara a las presidenciales de octubre.

Las dudas por el descenso de la moneda brasileña se han trasladado también a la bolsa y el índice Bovespa llegó a desplomarse un 6,5% en la última sesión, aunque finalmente al cierre se moderó hasta el 3%.

En una entrevista en la televisión pública, Temer salió al paso y señaló que están comprometidos con el ajuste presupuestario: "El asunto fiscal está completamente bajo control, las inversiones continúan creciendo".

Pero el presidente sabe que la huelga de camioneros que paralizó al país le ha salido cara al Gobierno. Se ha visto obligado a reinstaurar los subsidios al combustible y el conflicto se ha llevado por delante al presidente de la petrolera estatal Petrobras, lo que ha incrementado la inquietud entre los inversores por las finanzas del Ejecutivo.

Pero los efectos de diez días de negociaciones entre los camioneros en huelga por el aumento del precio del combustible y el gobierno demuestran la inestabilidad de la recuperación económica de Brasil. Cientos de barricadas han bloqueado las carreteras del país durante días, las estaciones de gasolina de varias ciudades se han quedado sin combustibles, se han cancelado vuelos y muchas escuelas y universidades han suspendido las clases.

Aun así, Temer asegura que los fuertes movimientos de los mercados de divisas se deben al contexto de subida de los tipos de interés en Estados Unidos, que hace subir el dolar y pasa factura a las economías emergentes. "No hay riesgo (de una crisis cambiaria). Es normal: el dólar oscila mucho", afirma.

El Draghi brasileño actuará "cuando sea necesario"


El presidente del Banco Central de Brasil, Ilan Goldfjan, se ha comprometido a continuar brindando liquidez a los mercados de divisas y tasas de interés "cuando sea necesario". El organismo ofrecerá hasta 20.000 millones de dólares en contratos de dólar futuro en los próximos seis días. Tampoco descarta usar las reservas internacionales para intervenir en el mercado al contado de tipo de cambio.

A pesar de esta posición, la autoridad monetaria aclara que las medidas buscan frenar una devaluación momentánea e inusual, ya que el Gobierno de Brasil mantiene el régimen de libertad cambiaria como uno de los pilares de la política económica. En ese sentido Goldfjan agrega que el banco central no pretende elevar la tasa de interés para intentar controlar la cotización del dólar.