"Apostaría porque estemos en un escenario similar al del año 2008 con la guerra de Osetia del Sur con Georgia". Lo ha dicho en Mercado Abierto el profesor de Relaciones Internacionales de San Pablo CEU, Antonio Alonso Marcos, quien esperaba que no se pasase de la ocupación de Donetsk y Lugansk aunque, tras el discurso del lunes del presidente ruso que fue "toda una lección de historia para justificar que toda Ucrania es territorio ruso", tiene muchas dudas.

Alonso reconoce que la justificación de Rusia de que actúa para defender a la población de la región del Dombás sí que "por desgracia" se sustenta sobre ciertas razones. "Por ejemplo, el gobierno ucraniano ha prohibido hablar ruso en aquellas zonas (...) o se ha perseguido a la gente que ha decidido no ir a la iglasia ortodoxa ucraniana y sí a la iglesia ortodoxa rusa", reconoce.

Según subraya, "hemos asistido a una carrera de amenazas, armamentística, a una carrera de tensión y al final ha explotado". Alonso recuerda que hay que tener en cuenta que Ucrania es un estado independiente desde 1991, pero que esto es algo que "Putin no acepta". Y mucho menos acepta que el gobierno de Kiev caiga bajo el influjo de Bruselas o de Washington o que Ucrania se plantee entrar en la OTAN.

Escucha la entrevista completa en este podcast de Mercado Abierto:

Cargar con toda la artillería puede dejarnos sin bazas con las que jugar

Hablamos en Mercado Abierto con Antonio Alonso Marcos, profesor de Relaciones Internaciones de la Universidad de San Pablo CEU, sobre la guerra rusa-ucraniana

Actuación de la OTAN ante el conflicto

El Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Pablo CEU deja claro que la OTAN no puede responder a un ataque contra Ucrania. "Lo único que puede hacer es responder a la llamada de auxilio que le puedan hacer, por ejemplo, las tres Repúblicas Bálticas, Hungría o Polonia por sentirse atacadas (...) pero siempre con una respuesta proporcional", señala. Con lo cual, al final "la UE está un poco vendida porque la capacidad de respuesta la tiene muy tasada".

Y si la OTAN se sale de esa respuesta, como ha hecho EE.UU. en ocasiones, tendría que rendir cuentas ante la población y, hasta ahora, la opinión pública europea está en contra de la guerra y en contra de la invasión rusa "pero si comenzamos a enviar tropas nosotros, ahí me parece que la opinión pública ya se fragmentaría, asegura Alonso.

Reconoce que Europa tiene escaso margen de maniobra con las sanciones a Rusia y que éstas deben ser paulatinas y proporcionadas. "Desde un primer momento no puedes poner a Putin en la lista de personajes sancionados porque si desde el principio se carga con toda la “artillería”, nos quedaríamos “sin bazas con las que jugar”, concluye Alonso Marcos.