La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha finalizado en Santa Marta, Colombia, mientras que la COP30 acaba de comenzar en Belém, en plena selva amazónica brasileña. Federico Eisler, profesor del IEB, explica que ambas cumbres enfrentan desafíos diferentes en cuanto a legitimidad y efectividad.

La CELAC "conspiró contra sí misma desde que fue creada"

Federico Eisler, profesor del IEB, analiza el fin de la cumbre CELAC y el inicio de la COP30 en la Amazonia brasileña.

"Los principales inspiradores fueron básicamente la izquierda latinoamericana y desde ahí ya salió una CELAC con un montón de cargas morales y políticas que tuvo que arrastrar"

El profesor del IEB coincide con las acusaciones del presidente colombiano Gustavo Petro sobre fuerzas externas que conspiraron contra la cumbre, pero añade una perspectiva más crítica: "Creo que Petro tiene razón, que creo que sí, que hubo fuerzas que conspiraron contra la cumbre, pero en realidad la CELAC conspiró contra sí misma desde que fue creada".

La falta de consenso político entre países latinoamericanos ha sido, según Eisler, el principal obstáculo para la organización. "Hablamos de izquierda contra derecha, extractivistas contra desarrollistas industriales, diferencias sustanciales en alineamientos geopolíticos. Es muy difícil trabajar así, no hay objetivos en común", afirma.

El experto considera que esta cumbre "quizás marque el fin de la CELAC como una institución viable" para quedarse "simplemente en una máquina de propaganda".

La COP30 y el fondo para la Amazonia

En contraste, Eisler observa que las expectativas para la COP30 son muy altas, con participación de mandatarios de todo el mundo. Destaca el TFFF (Tropical Forest Forever Facility), un fondo de inversiones en instrumentos financieros cuyos retornos beneficiarían a países que preservan sus recursos ecológicos como los bosques amazónicos.

Este fondo propone comenzar con 125.000 millones de dólares, de los cuales solo 25.000 millones serían dinero público de donantes o países. El resto provendría de inversores privados.

Sobre la ausencia de Estados Unidos en la COP, el profesor del IEB considera que "eso no importa tanto" en esta etapa inicial del fondo, ya que la cantidad de dinero público necesaria no es tan elevada.