China ha criticado la subida de aranceles anunciada ayer por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de un 10% sobre las importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares a partir del próximo 1 de septiembre, cuando se tenían previsto retomar las conversaciones que pudieran resolver definitivamente esta guerra comercial.

El gigante asiático ha rechazado de manera tajante la imposición de estos nuevos aranceles y han anunciado que se aplicarán las medidas que consideren oportunas para defender los intereses de su nación.

La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying ha asegurado que esta medida trata de “chantajearlos e intimidarlos” y que no se negociará bajo presiones ya que es necesaria la confianza mutua entre ambas partes si se quiere llegar a buen puerto.

La prensa oficial china ha considerado este nuevo anuncio como “inesperado” por lo que se entendería que Pekín no esperaba este movimiento en el tablero. Chunying señala que la pelota está ahora en el tejado de los Estados Unidos y todavía “necesitan mostrar sinceridad y demostrar al mundo su buena fe”.

Mientras Trump acusa de China de no comprometerse a comprar producto agrícolas estadounidenses, un portavoz del Ministerio de Comercio chino responde que se han importado “toneladas de sola desde EE.UU.” mientras que ciertas compañías asiáticas ya han vuelto a la senda del consumo de productos norteamericanos como el algodón o el cerdo.

Los jefes de la diplomacia de EE.UU. y China han coincidido en la cumbre de los países del Sudeste Asiático en Bangkok donde han mostrado de nuevo sus discrepancias en torno a la imposición de estos aranceles anunciados por la Casa Blanca.

Mike Pompeo, secretario de Estados de Estados Unidos acusa de “aprovecharse durante décadas de las facilidades comerciales concedidas” mientras que su homólogo chino, Wang Yi, ha acusado a los americanos de “tomar el camino incorrecto”.

“¿Quieres de los otros un trato justo, equilibrado, recíproco? Cuando esto ocurra Asia crecerá, el Sudeste de Asia crecerá, la economía mundial crecerá” aseveraba Pompeo en Tailandia.

Las bolsas en caída libre

Esta nueva advertencia estadounidense ha puesto sobre aviso a los mercados que reaccionaron con fuertes caídas en ambos continentes. El Hang Seng, principal indicador de la Bolsa de Hong Kong cayó un 2,35% cediendo un total de 647,12 puntos hasta situarse en los 26.918,58.

Las empresas que más valor se dejaron en el parqué hongkonés fueron la estatal Petrochina (-3,6%), la aseguradora China Life (-3,7%) y el Bank of Communications (-3,14%). En el otro lado de la balanza, se situaron dos empresas del terreno inmobiliario, Link Reit con unas ganancias del 1,8% y Hang Lung Properties (1,71%).

Por su parte, la Bolsa de Sanghái cerró con una bajada del 1,41% y tras abrir con ganancias, el Dow Jones de Wall Street, se dejó un 1,8% al cierre de la jornada.