En medio de la presentación de resultados de Nvidia y la anulación de aranceles impuestos por Trump por parte de la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos, Salvador Aragón, Chief Innovation Officer de IE University, analiza el panorama tecnológico actual y sus implicaciones geopolíticas.
Salvador Aragón, Chief Innovation Officer de IE University, analiza los resultados de la gran tecnológica y cómo ha influido la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Nvidia, mucho más que IA y el factor China
El experto destaca que Nvidia, a pesar de su imagen como líder en procesamiento para inteligencia artificial, mantiene una sólida base en su negocio original. "Cuando uno ve en detalle los resultados nos damos cuenta de que su negocio originario, que era el negocio de gaming, sigue siendo una fuente de caja excelente y muy prometedora", señala Aragón.
La compañía, que ha alcanzado una capitalización bursátil de 3,3 billones de dólares, ha visto un aumento del 5% en su cotización tras la publicación de resultados, confirmando su posición como uno de los "siete magníficos" del mercado tecnológico estadounidense.
Aragón advierte sobre un elemento de incertidumbre en los buenos resultados de Nvidia: "Un 12,5% de las ventas de Nvidia proceden de China, hay una pregunta ahí en el aire: ¿hasta qué punto los resultados no han sido especialmente buenos porque se han adelantado compras, incluidas las chinas, temiendo que en el segundo trimestre pues no puedan realizarse?"
El experto menciona la existencia de "canales paralelos" para el acceso al mercado chino, como las re-importaciones a través de países de Asia Central, lo que complica aún más el panorama comercial.
Efecto contraproducente de las restricciones
Respecto a las declaraciones del CEO de Nvidia, Jensen Huang, quien sugirió que las restricciones a la exportación de chips a China podrían tener un efecto contrario al deseado, Aragón concuerda: "Puede haber un estímulo en ese sentido en el corto, pero no me cabe duda de que el estímulo en el largo en el caso de China es desarrollar su propia capacidad y su propia autonomía tecnológica".
En cuanto al posicionamiento actual en la carrera tecnológica global, Aragón señala que "China claramente está recortando posiciones" y advierte sobre un posible efecto colateral de las políticas de Trump: la pérdida de la capacidad estadounidense para atraer talento global.
"Una parte muy importante del desarrollo tecnológico estadounidense se basaba en su capacidad para atraer el mejor talento de cualquier parte del mundo", explica Aragón, quien concluye que "esa capacidad de tracción está siendo dinamitada" por las políticas actuales, lo que podría erosionar una ventaja competitiva sustancial de Estados Unidos frente a China en el largo plazo.
