Son muchos los gastos con los que debemos correr a lo largo de nuestra vida, razón por la que de cada vez más, las personas recurren a la solicitud de créditos que permitan hacerles frente a esa casa, coche, estudio universitario o regalo para el que no les llega el dinero, al menos por ahora.

¿Qué es un crédito?

El crédito o contrato de crédito (como también se le conoce habitualmente) es toda aquella operación financiera en la que una persona (el acreedor) realiza un préstamo a otra, quien normalmente solicita un préstamo económico y no material. Por tanto, el préstamo es la suma monetaria que el acreedor ha cedido al deudor por un tiempo concreto, a fin de que el deudor devuelva la totalidad de la cantidad prestada al término del plazo acordado por ambas partes en dicho préstamo.

¿Qué tipos de créditos existen?

Según las necesidades del deudor, los créditos pueden clasificarse en:

  • Tarjetas de crédito. Es la principal fuente de financiamiento actual. Casi todas las personas cuentan con una. Por otro lado, se trata de un caso de línea de crédito abierta, permitiendo así el uso del dinero en cualquier lugar y momento. Según la entidad que las emite, las tarjetas de crédito pueden clasificarse a su vez en:
  • Tarjetas bancarias. Emitidas (tal y como su nombre indica) por un banco o caja cooperativa.
  • Tarjetas de Retail. Son ofrecidas por almacenes. Básicamente, son las que observamos en muchas ocasiones que nos realizan descuentos por comprar en según qué tienda, lo cual es uno de los beneficios que hace bastante atractiva a este tipo de tarjeta.
  • Préstamos personales. Son de libre disponibilidad, es decir, no es necesario informar sobre aquello en lo que vamos a invertir el dinero prestado. Normalmente, esta clase de préstamos se solicitan cuando se desea invertir dinero en consumo, remodelación de hogar, viajes o comprar bienes que no sean inmobiliarios o automovilísticos (para los cuales ya hay otros créditos).
  • Créditos prendarios. También se les conoce como créditos automotrices. Ofrecen cantidades de dinero destinadas exclusivamente a la compra de un coche. Es importante tener en cuenta que el coche no pasa a ser propiedad del deudor hasta que éste no haga devolución de todo el dinero facilitado.
  • Créditos educativos. Como su nombre indica son aquellos créditos destinados a cubrir tasas universitarias o matrículas escolares.
  • Créditos hipotecarios. Se basan en la adquisición de una propiedad inmobiliaria. Suelen asociarse con intereses muy altos. Además, sus requisitos son elevados y como garantía exigen el terreno o la propiedad comprada, la cual puede llegar a ser embargada.
  • Microcréditos. Son un tipo de crédito surgido con la evolución de Internet. Consisten en pequeñas cuantías de dinero solicitado vía digital, sin tener que personarse en la entidad bancaria. No precisan de aval y cuentan con muy pocos requisitos para completar su solicitud.

Siendo conscientes de esta situación, los expertos en créditos de weemba.es ofrecen una extensa lista de créditos rápidos que pueden solicitarse en breve tiempo, con tal de socorrer lo más rápidamente esos gastos que antes o después se presentan en la vida diaria.

¿Qué son los productos financieros?

Son aquellos instrumentos utilizados para avalar o invertir de varias formas en distintos propósitos. Todos estos productos tienen en común que son facilitados por instituciones bancarias.

Para ilustrarlo, son productos financieros:

  • Préstamos personales
  • Créditos rápidos
  • Tarjetas de crédito
  • Hipotecas
  • Cuentas bancarias
  • Depósitos bancarios

¿En qué consisten los comparadores financieros?

Teniendo en cuenta lo que son los productos financieros, tal y como ha quedado claro en el punto anterior, un comparador (como es el caso de Weemba.es) permite obtener con unos clics toda la información del mismo producto financiero en el que estamos interesados en las distintas entidades que lo ofrecen, de manera que en un mismo espacio disponemos de las condiciones del producto financiero, según cada entidad bancaria.

- ¿Cuáles son las ventajas de utilizar un comparador?

  • Ahorro de tiempo. No es necesario tener que escribir uno mismo la información y posteriormente contrastarla, ya que todo el proceso relativo a la obtención de información lo completa el propio comparador. Basta con echar un solo vistazo para formarnos una idea de las prestaciones del producto por parte de una entidad u otra.
  • Conocen el mercado mejor que uno mismo. Son una fuente fiable y actualizada de información.
  • Son completamente gratuitos. Lo único que cuesta es el contrato que uno haga con la empresa escogida de entre las mostradas por el comparador. Esta cantidad no se verá incrementada por el comparador, el cual obtiene sus ingresos de la publicidad que muestra.
  • Las empresas son completamente seguras. Previamente se han filtrado aquellas que pudieran suponer una amenaza o estafa.
  • La información de las ofertas está completamente actualizada. Los comparadores son los primeros en recoger las nuevas ofertas ofrecidas por las entidades bancarias y empresas.