Daniel Lacalle, economista jefe en Tressis y reciente ganador del Premio de Honor a la Libertad 2025 que entrega el Centro Diego de Covarrubias por su defensa del libre mercado, ha analizado en Capital Radio el impacto de las últimas sanciones de la administración Trump sobre las petroleras rusas y la situación de los mercados financieros.
El economista jefe de Tressis analiza el impacto de las sanciones de Trump a las petroleras rusas y defiende que los mercados estadounidenses no están sobrevalorados.
Impacto limitado de las sanciones a Rosneft y Lukoil
Respecto a las sanciones impuestas por Estados Unidos a las dos principales petroleras rusas, que representan cerca del 5% del petróleo mundial, Lacalle es contundente: "En realidad tiene un impacto muy bajo sobre el mercado de petróleo. No hace mucho tiempo que Rusia o la OPEP+ no tienen influencia a la hora de subir el precio del petróleo".
El economista recuerda que el petróleo acumula una caída del 15% en lo que va de año y subraya la existencia de "un importantísimo exceso de suministro en el mercado", siendo Estados Unidos "el mayor productor del mundo con mucha diferencia".
Sobre la posibilidad de que India o China dejen de comprar petróleo ruso como consecuencia de estas sanciones, Lacalle se muestra escéptico: "No creo que ocurra. Creo que aquí estamos asistiendo a una serie de titulares generados por un interés más político que real". Ambos países se han beneficiado de manera importante del descuento con el que Rusia vende sus materias primas.
La valoración de los mercados estadounidenses
Ante las dudas sobre las elevadas valoraciones del mercado bursátil americano, Lacalle defiende que no existe sobrevaloración: "Eso de que la bolsa estadounidense está cara lo llevo escuchando yo, y lo llevas escuchando tú, pues yo qué sé cuántos años. La bolsa estadounidense no está cara".
Según el experto, la diferencia radica en que el mercado estadounidense "tiene muchísima mayor exposición a la tecnología y tiene empresas que compran acciones en vez de emitirlas", además de contar con compañías que mantienen "un nivel de interacción y de coordinación de objetivos con el accionista minoritario muchísimo mayor que la mayoría de las empresas del mundo".
"Decir que la bolsa está a 25 veces lo que sea, en un momento en el que la masa monetaria ha subido un 12% y está haciendo 14 billones de dólares, compararlo con una valoración de 18 o 20 veces pero cuando la masa monetaria estaba a 80 billones de dólares, pues no tiene sentido"
El oro como termómetro de la erosión monetaria
Respecto al fortalecimiento del oro, que ha alcanzado máximos históricos, Lacalle ironiza: "Me ha dado mucha risa estos días esto del colapso del oro a 4.180$ por onza. La misma gente que escribía a 600$ que estaba sobrepreciado y que no tenía valor".
Para el economista, el metal precioso es "otro termómetro de ese enorme nivel de liquidez, que es masa monetaria, que es deuda pública, y de la erosión del poder adquisitivo de las monedas". Señala que "la inflación no es el IPC, la inflación no es la subida de los precios, la inflación es la pérdida del poder adquisitivo de las monedas".
Lacalle destaca un cambio fundamental en el panorama financiero global: los bancos centrales de todo el mundo están acumulando oro y reduciendo el porcentaje de deuda soberana de países desarrollados en sus activos de reserva. Este fenómeno cuestiona la idea de que "los Estados desarrollados pueden emitir toda la deuda que quieran y que no pasa nada".
