El ciclo económico está cambiando. Es una evidencia tras diez años de expansión, pero todavía es pronto para anticipar un periodo de recesión. “La próxima crisis no vendrá en 2020, pero por pura estadística tarde o temprano teníamos que ver pérdida de dinamismo”, asegura en Capital Radio David Cano, socio de AFI. A ello contribuyen la normalización de las políticas monetarias ultraexpansivas, sobre todo en Estados Unidos, la subida del precio del petróleo y el menor crecimiento, “ordenado y adecuado”, de la economía china. A lo que se suman las tensiones de Italia sobre la eurozona.



Lo mismo sucede con los mercados bursátiles, donde Cano interpreta que es “normal” la vuelta de la volatilidad. Sin embargo, advierte que los Estados deben estar preparados para actuar ante las nuevas dificultades. El experto recomienda aprovechar el periodo de expansión para seguir reduciendo deuda y asegura que todavía “queda margen para aplicar políticas fiscales”.

Este problema destaca especialmente en el caso de Italia. “Ningún país puede tener ese ratio de deuda sobre PIB, pero lo más preocupante son las tensiones que genera en la arquitectura de la zona euro”, explica Cano. “Es una nueva prueba de estrés sobre la unión monetaria europea, porque la prima de riesgo cotiza la probabilidad de que Italia pueda irse de la zona euro”, añade.