Bob Dylan ha escrito en sus canciones que “todo el dinero que puedas conseguir no ayudará a recuperar tu alma” y que el dinero “no habla, dice palabrotas”. Pero el flamante Premio Nobel de Literatura no dice que no cuando se trata de llenarse los bolsillos.

Sus ingresos son de lo más variado. Desde lo que recibe por las ventas de sus discos (más de 100 unidades a lo largo de su carrera) hasta lo que consigue por aparecer en anuncios de grandes marcas.

Aunque en su dilatada carrera ha publicado casi cuatro decenas de álbumes, las grandes cifras no llegan de sus ventas físicos y digitales, los ‘royalties’ como compositor o por los servicios de ‘streaming’. Según la revista Forbes, son los conciertos los que le generan más dinero. Su larga gira Never Ending Tour le ha reportado unos ingresos anuales en la última década que van desde los 4 a los 12 millones de dólares.

A eso sumamos otros ingresos relacionados con la ‘memorabilia’, objetos que el artista ha ido recopilando a lo largo de su carrera: letras de canciones, grabaciones originales, ropa… Según contaba The New York Times en abril, Dylan había vendido su archivo de 6.000 objetos a la George Kaiser Family Foundation y a la Universidad de Tulsa por una cantidad que rondaba los 15 o 20 millones de dólares.

Dylan ha sabido también hacer buen marketing y se ha adaptado a los tiempos. Ya en 2005 llegó a un acuerdo Starbucks para producir un disco en exclusiva para la cadena de cafeterías con grabaciones que realizó en Nueva York, como recordaba este año la revista Time.

Anuncios televisivos

Pero los acuerdos comerciales más llamativos del cantante tienen que ver con los anuncios televisivos. Acuerdos para aparecer en ‘spots’ personalmente o permitir que sonaran sus canciones. Cerrados con marcas como Apple, Pepsi o Victoria’s Secret.

Aunque uno de los casos más sonados es su aparición en 2014 en un ‘spot’ de Fist Chrysler para la Super Bowl en el que exaltaba el “orgullo” estadounidense que suponía tener una fuerte industria automovilística.

Ese mismo año, además, su canción “I Want You” aparecía en otro anuncio para la Super Bowl. En este caso para la marca de yogures Chobani. Dylan se llevó un buen pellizco por los derechos de uso de su composición. Y hablando de derechos, Time cuenta otro de sus negocios: en 2014 de nuevo, Amazon compraba los derechos de casi 600 canciones del artista para crear una serie de televisión basada en sus letras.