Se acababa el tiempo y Donald Trump ha conseguido a última hora el apoyo de los líderes demócratas en el Congreso estadounidense , Nancy Pelosi y Chuck Schumer, para aprobar una prórroga temporal de tres meses -hasta el 15 de diciembre- de los presupuestos y el techo de deuda.

El presidente evita con este trato un default sin precedentes. El Departamento del Tesoro ya había advertido que era necesario aumentar el techo de gasto en las últimas semanas o si no el Gobierno no podría pedir prestado dinero ni afrontar sus deudas, algo que perjudicaría la calificación crediticia de un país con unos 20 billones de dólares de deuda en la actualidad. La falta de acuerdo sobre la subida del techo de deuda en 2011, cuando el gobierno estuvo a punto de declarar la suspensión de pagos, hizo que Standard & Poor's rebajase por primera vez en la historia la calidad crediticia del país.

El acuerdo ha pillado por sorpresa a los líderes republicanos del Capitolio, más partidarios de presionar a los demócratas a comprometerse a elevar el techo de la deuda hasta finales de 2018. El presidente de la Cámara Republicana, Paul Ryan, ha calificado la propuesta como “ridícula”. Sin embargo, para Trump “el acuerdo será muy bueno” y, además, le da un balón de oxígeno que necesita en un momento clave de su presidencia, que se encamina hacia el tramo legislativo más complicado. Ahora los legisladores tienen hasta diciembre para cerrar un acuerdo a largo plazo y de mayor alcance.

El acuerdo alcanzado también incluye un paquete de asistencia federal de 7.900 millones de dólares para las víctimas de Harvey que ahora deberá ratificar el Senado.