“Para que podamos estar seguros de que la inflación vuelve a nuestro objetivo, necesitamos persistencia en nuestra política monetaria”. Con estas palabras Mario Draghi, presidente del BCE, ha defendido este martes en Sintra la necesidad de que el Banco Central Europeo mantenga su política expansiva.

El objetivo de inflación del BCE se sitúa en el 2%, y en mayo la lectura de precios arrojó una dato por debajo de lo esperado, en el 1,4%. “En el contexto actual en el que las incertidumbres globales siguen siendo elevadas, existen motivos sólidos para la prudencia en el proceso de ajuste de la política monetaria, incluso en el proceso de recuperación. Cualquier ajuste de nuestras medidas debe hacerse gradualmente, y sólo cuando la dinámica de la recuperación parezca lo suficientemente segura”, ha explicado el presidente del BCE.

La caída de los precios de las materias primas, el ajuste de los márgenes por parte de las empresas y la incorporación de más personas al mercado laboral debido a la recuperación económica son los factores que en opinión de Draghi están presionando los precios a la baja. “Observamos que, a medida que la recuperación se fortalece, la oferta de trabajo también está aumentando. La participación en la fuerza de trabajo ha ido creciendo constantemente en los últimos años, impulsada especialmente por el aumento de las tasas de participación de los trabajadores de más edad. También vemos evidencias de que la oferta de mano de obra se ha vuelto más elástica debido a la inmigración, particularmente en economías de fuerte crecimiento como Alemania”, ha comentado Draghi en el encuentro de Sintra. En opinión de Mario Draghi la política del BCE está funcionando y sus efectos sobre la inflación se materializarán gradualmente.

El presidente del BCE insiste en que la recuperación global se está afianzando y ampliando. Y considera clave que los encargados de la política garantizar que este crecimiento incipiente se vuelva sostenible.