Reuters.- La compra de bonos por parte del Banco Central Europeo no ha provocado movimientos "estadísticamente significativos" en el euro y las fluctuaciones del tipo de cambio son simplemente un efecto colateral, no el objetivo de la política, dijo el miércoles en una carta el presidente del BCE, Mario Draghi.

El euro ha subido casi un 5% desde la reunión del BCE celebrada en diciembre, y los comentarios de Draghi pueden ser vistos por algunos inversores como una señal de que está dispuesto a tolerar una cierta apreciación de la moneda única aunque esto afecte a la baja la inflación.

Ante la reunión del consejo de gobierno el jueves, los inversores están pendientes de cualquier comentario respecto a la divisa, ya que la tolerancia a una fortaleza relativa del euro apoyaría las expectativas de que el BCE termine este año su programa de compra de 2,55 billones en bonos.

"Aunque las compras bajo el programa de adquisición de activos han sido efectivas en cuanto al alivio de las condiciones financieras en general y el apoyo a la recuperación, al generar préstamos a las empresas y las familias, éstas no han conducido a movimientos estadísticamente significativos del tipo de cambio del euro", dijo Draghi en una carta a un miembro del Parlamento Europeo.

"Dichos movimientos continúan siendo un efecto colateral de la política y no son ni su principal canal de transmisión ni su objetivo", dijo Draghi.

Cuando la moneda europea alcanzó el pasado otoño los 1,20 euros por cada dólar, Draghi instó a la "monitorización", una señal que fue recibida como una intervención verbal para rebajar el valor de la divisa.

Pero ahora el tipo de cambio se sitúa en alrededor de 1,2330 y las señales verbales hasta ahora han sido más benévolas.

Draghi también desestimó las expectativas de que unos precios del petróleo mucho más elevados podrían reducir el impacto negativo de la fortaleza del euro sobre la inflación, argumentando que las perspectivas solo ven un aumento "muy modesto" en la inflación de la energía.

El presidente del BCE añadió que la inflación de la energía impulsará a los precios en general solo levemente y que el impacto indirecto de unos costes energéticos más altos sobre otros bienes y servicios será limitado en el futuro próximo.