La economía española continúa su avance, y a las previsiones positivas de la agencia Standard & Poor´s para España y Europa, se suma el Boletín Económico del Banco de España, que avanza que el PIB del país crece un 0,9% en el segundo trimestre, una décima más que el primer trimestre de 2017 en el que crece 0,8% y dos más que en el último trimestre de 2016.


El crecimiento de España acelera de nuevo, debido a un aumento del consumo privado en la primavera, respaldado por la continuación del proceso de creación de puestos de trabajo y unas condiciones financieras favorables. El tirón del turismo es la otra pata sobre la que se sustenta el desarrollo de la economía española.


Pese al acelerón, los precios de consumo no terminan de establecerse con una tendencia clara al alza. La tasa de variación interanual se sitúa en un 1,9% en mayo, una desaceleración significativa frente al 3% que presentaba en enero y febrero. El Banco de España explica que esta evolución descendiente se explica por la notable desaceleración del componente energético como consecuencia de la inestabilidad del precio del petróleo y del abaratamiento de la electricidad. Si dejamos de lado estos componentes, el IPC no energético creció en mayo un 1%, una décima menos que en enero.