MADRID (Reuters) - El Tribunal Constitucional español anuló el miércoles por unanimidad la resolución independentista aprobada hace un mes por el Parlamento de Cataluña, alegando que va contra la unidad de España que proclama la Constitución.


El pleno del alto tribunal dio así la razón al Gobierno español, que alegó que la propuesta -que aboga por una desconexión pacífica y unilateral de España- desobedecía a las instituciones y leyes a las que está supeditado el Parlamento catalán.


Para los once miembros del pleno, la cámara catalana no puede "erigirse en fuente de legitimidad jurídica y política, hasta arrogarse la potestad de vulnerar el orden constitucional que sustenta su propia autoridad".


Al vulnerar cinco artículos de la Constitución y dos del Estatuto de autonomía, la resolución "desconoce y vulnera las normas constitucionales que residencian en el pueblo español la soberanía nacional y que, en correspondencia, afirman la unidad de la nación española".


El fallo, tomado en un plazo récord para este tribunal de tres semanas, llega antes de que el viernes comience la campaña para las elecciones generales del 20 de diciembre, en las que la cuestión catalana iba a ser una de las protagonistas.


"A la inmensa mayoría de los españoles que creemos en España, en la soberanía nacional y en la igualdad de los españoles (la decisión judicial) nos alegra, y mucho", dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras conocer el fallo.


El Parlamento catalán, que había advertido de que no cumpliría las resoluciones de un tribunal al que no reconoce, presentó la semana pasada alegaciones en las que defendía que su propuesta era de naturaleza política y carecía de los elementos necesarios para ser valorada judicialmente.


Tras admitir a trámite la demanda del Gobierno, el Constitucional advirtió hace un mes a 21 altos cargos catalanes, entre ellos su presidente en funciones, Artur Mas, de que podían incurrir en responsabilidades penales si incumplían su dictamen.


La decisión llega en un momento en el que la hoja de ruta marcada por las fuerzas soberanistas catalanas tras los comicios de septiembre está a la espera de que los independentistas de Junts pel Sí y la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) lleguen a un acuerdo sobre la investidura del próximo presidente catalán.


De no alcanzarlo antes del 9 de enero, habría que convocar de nuevo elecciones, las cuartas en la región desde 2010.


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