La precariedad laboral es el escenario en el que se encuentran los trabajadores que por algunas razones soportan y sufren inseguridad, incertidumbre y falta de garantía en las condiciones de su trabajo. Detectando muchos de ellos el emprendimiento como una vía para mejorar sus condiciones de trabajo.

La precariedad laboral se puede catalogar en cuatro grandes grupos: la inseguridad en el empleo, la vulnerabilidad, los menores ingresos y la menor accesibilidad de la mayoría de la gente a prestaciones y beneficios sociales. Al final todo es un conjunto de circunstancias que condiciona la situación de desventaja y desigualdad. No solo en la temporalidad, sino en otras condiciones como puede ser la subcontratación en cadena, los falsos autónomos, la economía sumergida o los sin papeles entre otras.

Empresas como la gestoría Iberanfico, con la que nos hemos puesto en contacto para documentar este artículo, día a día palpa como poco o nada se hace para solucionar esta situación, y como la precariedad en el empleo sigue apoyándose en tres tipos de factores, que están interconectados como son: la situación macroeconómica y las consecuencias que esta tiene sobre la producción, la política de empleo y de protección social y los modelos de gestión empresarial y de contratación jurídica de las relaciones laborales.

El problema de la despoblación.

La despoblación de las zonas rurales es uno de los grandes problemas de nuestro país, que disiente con las grandes ciudades, donde hay una gran de densidad de habitantes en la mayoría demasiada elevada. Pero la despoblación en el interior no es algo reciente, puede que hayan cambiado los principios, pero ya en los años 50-60 con el transcurso de industrialización hubo una gran emigración hacia las ciudades más industriales, dejando al medio rural en el olvido.

El modernismo de las explotaciones agrícolas y las concentraciones parcelarias, sobrellevo a que muchos campesinos sin tierras pasaran a alimentar la mano de obra de las industrias crecientes. Además el desarrollo del transporte, con una gran inversión en autopistas, autovías, líneas de alta velocidad y aeropuertos, y la dejadez de las vías de comunicación secundarias, conllevo al aislamiento de grandes zonas. Todo esto unido a la falta de trabajo y de oportunidades, no hace más que acrecentar el éxodo a las grandes ciudades. Y esto no está pasando solo en núcleos pequeños, sino también en a núcleos de tamaño medio.

Pero no afecta a todo el país por igual, en Comunidades como Cataluña, el País Vasco o Madrid, tiene una influencia muy pequeña, mientras que por ejemplo en otras como en Aragón la despoblación es un auténtico problema.

La importancia del emprendimiento rural.

El emprendimiento es una vía crucial para el desarrollo de las regiones. Esta vía en comunidades como Aragón con una gran despoblación, se hace imprescindible para la generación de empleo y riqueza. Al entorno rural le hacen falta dos tipos de empresas, las que se enfocan en el sostén de la vida diaria de la población y por otro lado empresas con alto potencial de crecimiento y generación de empleo. Pero para que haya emprendedores rurales, hay que derribar muchas barreras como: la visión local, el aislamiento, el desconocimiento, los límites de la formación, la financiación… y fomentar acciones colectivas, abrir líneas de financiación, programas de formación, cambio en la política rural entre otros.

Cómo desarrollar un plan de negocio para afrontar el reto de emprender.

El iniciar un negocio propio implica el enfrentamiento a una diversidad de obstáculos, tanto humanos como materiales. Hay que tener presente que el 95% de las empresas cierran en su primer año de vida. Para prevenir esta situación, como nos comentan desde la asesoría de empresas Iberanfico, hay que empezar con buen pié desarrollando un plan de negocio que contenga el plan de viabilidad, de inversión y contingencia que le ayuden a prevenir las adversidades a las que se deberá enfrentar el emprendedor en su andadura.

Algunos de los desafíos a los que se enfrentan los emprendedores pueden ser:

  • La disponibilidad de capital; quizás el mayor de los retos, los bancos no conceden préstamos y hay que recurrir a inversores privados.
  • La recesión económica; en estos casos se hace imprescindibles adoptar cambios en el negocio.
  • Tener un buen plan de marketing; un buen plan permite cierta relajación, que se traduce en más tiempo.
  • Concentrar el negocio en pocos productos; de esta forma se reducen costes de producción y se pueden probar nuevas estrategias de mercado.
  • Gestionar el flujo de caja; demasiado inventario cuesta dinero, y este es mejor dirigirlo a otros recursos para generar ventas.
  • Cerrar acuerdos, licencias registros o patentes; lograr acuerdos con fabricantes y distribuidores.