España cierra 2015 con el peor dato de percepción de corrupción de su historia, según el índice anual de Transparencia Internacional. Aunque mantiene el aprobado, con 58 puntos, nuestro país cae en la tabla y se sitúa en el puesto número 36 de un total de 168. El presidente de Transparencia Internacional en España y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, Jesús Lizcano, explica que este puesto es fruto de la cantidad de casos de corrupción que hemos conocido en los últimos años. Sin embargo, prefiere ver el vaso medio lleno y explica que si existe esa percepción es gracias a que la justicia está actuando correctamente, persiguiendo las malas prácticas.

El Índice de Percepción de la Corrupción arroja el suspenso de dos terceras partes de los países del estudio. Entre los países que han tenido un mayor descenso en sus posiciones durante los últimos cuatro años se incluyen Libia, Australia, Brasil, España y Turquía. Brasil es el que más posiciones ha descendido en el índice. Por segundo año consecutivo, Dinamarca, con 91 puntos ocupa el puesto número uno. Le siguen Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda, Holanda y Noruega. Transparencia Internacional destaca su libertad de prensa, acceso a la información pública, integridad de los responsables políticos y la independencia del poder judicial, entre otras cosas.

Los países con peor puntuación son Somalia y Corea del Norte. Entre los más corruptos también se encuentran Afganistán, Sudán, Sudán del Sur, Angola, Libia, Iraq y Venezuela; además de Guinea Bissau y Haití. Una deficiente gobernabilidad, la falta de independencia en la prensa y la fragilidad de las instituciones públicas y el poder judicial son algunos de los motivos.

Para mejorar en el ranking, Lizcano recomienda que la clase política haga un pacto de estado inequívoco y tajante; a través del marco institucional y legal adecuado. La educación, la ética, la transparencia y los valores son otros elementos a tener en cuenta.

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